Oruro (Viernes, 15-01-2016, Gaudium Press) Miles de devotos bolivianos a Nuestra Señora preparan para el próximo 2 de febrero, en la solemnidad de la Virgen de la Candelaria, una de las manifestaciones populares de fe más llamativas de América Latina: El Carnaval de Oruro, en honor a la Virgen del Socavón.
Numerosos fieles, ataviados con coloridos trajes típicos, recorrerán cuatro kilómetros danzando para demostrar su amor y devoción a la Madre de Dios. Esta celebración fue declarada por la Unesco -Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura- «Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad».
Altar de la Virgen del Socavón / Foto: Randal Sheppard. |
Las celebraciones de la Virgen inician con el primer convite que los diversos grupos de danzantes hacen, por lo general, el primer domingo de noviembre, allí los devotos realizan su promesa de fe y se comprometen a bailar en honor de Nuestra Señora por tres años.
A partir ese momento, y portando una imagen de la Virgen del Socavón -que cada conjunto de danzantes llevan consigo-, cada sábado, desde el primer convite, realizan varias celebraciones en homenaje a María, hasta antes del último convite que ocurre tradicionalmente la semana anterior al sábado de la peregrinación.
La peregrinación transcurre en los kilómetros de recorrido y culmina con la celebración Eucarística ante la imagen de la Virgen del Socavón en su Santuario. Allí los devotos se postran de rodillas ante Nuestra Señora, manifestándole su filial devoción.
De acuerdo con la tradición, el fervor popular a la Virgen del Socavón se remonta al siglo XVIII, cuando la imagen de la Madre de Dios se apareció en el socavón de la más rica mina de plata de Oruro, en el cerro Pie de Gallo y en la cabecera de Chiru Chiru, personaje conocido aquel entonces por repartir sus riquezas a los pobres.
La peregrinación culmina cuando los devotos danzantes se postran ante la Imagen de la Virgen, manifestándole su amor filial / Foto: Attraction Voyages Pérou & Bolivie. |
Según datos históricos, esta devoción mariana nació con los Padres Agustinos quienes llegaron a evangelizar las tierras bolivianas desde España, de donde trajeron la especial piedad por la Virgen de la Candelaria, cuya festividad se estableció en el siglo XI, siendo una de las principales fiestas marianas celebradas en el país europeo, sobre todo en las ciudades costeras donde los marineros la han tomado como abogada y protectora.
Se dice que entre el 1550 y el 1600 fue pintado sobre yeso y en muro de adobe de una ermita del cerro Pie de Gallo un fresco de la Virgen de la Candelaria, Nuestra Señora del Socavón. Allí se sitúa hoy el santuario mariano.
Entre los devotos de esta advocación en Bolivia están los mineros, quienes año con año peregrinan a su santuario en Oruro para expresar su agradecimiento por las innumerables bendiciones, y para pedirle a la Virgen no les falte las riquezas minerales en los socavones de sus minas.
Actualmente la festividad llega a reunir a más de 30 mil danzantes y 10 mil músicos, quienes todos los años rinden especial tributo a la Virgen María.
Con información de Iglesia Viva.
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