Río de Janeiro (Jueves, 21-01-2016, Gaudium Press) Con el propósito de abrir las conmemoraciones de la Fiesta de San Sebastián, en el Santuario Basílica de San Sebastián (Iglesia de los Capuchinos) se celebró la Santa Misa en honra al Patrono, presidida por el Cardenal Arzobispo de Río de Janeiro, Mons. Orani João Tempesta.
Este miércoles 20, la ceremonia fue además marcada por la firma de la quinta Carta Pastoral de Mons. Orani, titulada «San Sebastián, Patrono de Río».
«Celebramos hoy la fiesta del patrono San Sebastián y recordamos su vida, su ejemplo y su testimonio. En estos trece días que pudimos ver las varias realidades de Río, con la Trecena de San Sebastián, traemos al altar del Señor todas las necesidades, pedidos y acciones de gracias. Necesidades que tenemos que ayudar a superar y a dar pasos», dijo el purpurado.
El Cardenal deseó que «el día de hoy sea una gran señal para todos nosotros y que reconozcamos que la vida de San Sebastián nos trae todas las inspiraciones necesarias para este momento de la historia que nosotros vivimos en la ciudad, en el país con su crisis, y en el mundo con los problemas de intolerancias existentes hoy en día».
«San Sebastián vivió en una época en que ser cristiano era prohibido. Los primeros tiempos de la Iglesia son marcados por los mártires y nuestro patrono es uno de ellos. El ejemplo de este Santo, su vida, sus hechos y su intercesión marcan esa ciudad y todos aquellos que aquí nacieron, que para acá vinieron, y aprenden a tener a San Sebastián como alguien de casa, alguien próximo de nosotros que es ejemplo en el seguimiento de Jesús, que busca testimoniar a Jesús por la vida y también con el sacrificio de la propia vida», resaltó.
Además, el Cardenal Tempesta comentó la identidad del carioca, enalteciendo el hecho de que todos aquellos que nacen en la Ciudad Maravillosa son inspirados por la vida del Mártir Patrono.
«Es preciso que incluso delante de las dificultades e intolerancias, nosotros, cristianos católicos, vivamos todavía más nuestra Fe, de manera especial en este Año Santo de la Misericordia testimoniando en quien nosotros creemos. Creer en Cristo no retira de nosotros nuestra responsabilidad misionera y nos lleva a realizar obras de misericordia, contribuyendo para nuestra ciudad a través de nuestro testimonio, teniendo con nosotros a San Sebastián como ejemplo e intercesor. Si de un lado somos llamados a testimoniar nuestra fe, del otro lado precisamos realizar nuestro servicio, nuestra misión de dar dignidad a las personas. Esos dos aspectos presentes en este día de la fiesta de San Sebastián debemos colocarlos en práctica en nuestro día a día. Esos gestos simples y pequeños ayudan a curar las heridas de las personas de nuestra ciudad. Que la fiesta de San Sebastián nos comprometa en eso… Vivir nuestra fe y ayudar a nuestro pueblo a superar las dificultades, la falta de vida, llevando a todos la misericordia y la esperanza que viene de Dios». (LMI)
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