Buenos Aires (Miércoles, 26-08-2009, Gaudium Press) La Corte Suprema de Justicia argentina ha declarado inconstitucional la ley mediante la que se condenó a cinco jóvenes en 2006 por posesión de cannabis (marihuana) en dosis menores. El fallo que se refiere a un caso puntual – pero que crea jurisprudencia -, precisa que no ordenó una despenalización general del consumo de marihuana. Entretanto, afirma que es inconstitucional castigar a alguien por tener y consumir marihuana si no pone en peligro a terceros.
Ante la decisión diversas instancias eclesiásticas han realizado sendos pronunciamientos.
Monseñor Jorge Lozano, responsable de la Comisión Nacional para la Pastoral de Adicciones afirmó que el adicto es un enfermo y no un criminal. Su destino no es la cárcel sino un centro de rehabilitación. Entretanto, dijo que no bastaba con una resolución de la Corte para revertir el problema. Afirmó también que el fallo podía tener una lectura contradictoria y perjudicial.
Comunicado de la Pastoral de Drogadependencia de la CEA
Por su parte la Pastoral de Drogadependencia de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), en declaraciones difundidas hoy, celebra el espíritu de toda medida que promueva la no criminalización del adicto. Sin embargo, declaró aludiendo al fallo que «no es facilitando el consumo, ni haciendo aparecer como que está bien lo que está mal, que vamos a superar este creciente flagelo de las drogas, particularmente en nuestros jóvenes y adolescentes. La droga, sinónimo de muerte, es un mal y al mal no se le hacen concesiones.»
«Seguimos sin atacar las causas y vamos solo, a través de una mirada parcial y no integral, a considerar un aspecto del problema, el jurídico» afirma el comunicado.
«La droga no se combate solo con intervenciones de índole sanitaria y judicial, es necesario crear relaciones humanas ricas en valores espirituales y afectivos. Hay que buscar en la raíz de la adicción un vacío existencial, un anhelo de sentido para la vida. El mensaje a toda la sociedad y en especial a nuestros chicos creemos que debe ser claro: ‘No es bueno que te drogues’. Y a los familiares y amigos de los adictos: ‘Estamos con vos para ayudarte’.»
Declaraciones del Equipo de Sacerdotes para las Villas de Buenos Aires
A su vez, el Equipo de Sacerdotes para las Villas de emergencia de la Ciudad de Buenos Aires, en comunicado difundido ayer, afirmó que el solo despenalizar – sin ninguna otra acción – significa «dejar abandonado al adicto, no hacerse cargo de su derecho a la salud.»
Sobre la manera que puede ser interpretada la sentencia de la Corte Suprema, los sacerdotes se preguntan: «¿cómo decodifican los chicos de nuestros barrios la afirmación de que es legal la tenencia y el consumo personal? Nos parece que al no haber una política de educación y prevención de adicciones intensa, reiterativa y operativa se aumenta la posibilidad de inducir al consumo de sustancias que dañan el organismo.»
Frecuentemente el consumo de dosis pequeñas de mariguana es el inicio de consumos más destructivos, y puerta a la delincuencia: «La experiencia de acompañar a jóvenes en el camino de recuperación y reinserción social nos ha permitido escuchar el testimonio de muchos que han empezado consumiendo pequeña cantidad de marihuana y de pronto se encontraron consumiendo drogas más dañinas aun como el ‘paco’ (droga elaborada con pasta base de cocaína).» «La dinámica misma de la adicción, lleva muchas veces a hacer cualquier cosa para satisfacer el deseo de consumo. El próximo encuentro entre el Estado y el adicto ya no será en la enfermedad, sino en el delito que a veces nace de ella», afirma el Equipo en su comunicado.
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