Nairobi (Sábado, 23-01-2016, Gaudium Press) Bajo el pertinente nombre de La Santa Cruz, en Kakuma, condado de Turkana, Kenia, funciona la única parroquia del mundo erigida en un campo de refugiados. El campo, establecido desde 1991, recibe refugiados de Sudán del Sur, Sudán y Somalia, así como Etiopía, República Democrática del Congo, Ruanda y otros países.
Campo de refugiados de Kakuma, Kenia. Foto: Matija Kovac. |
La parroquia tiene la difícil misión de servir a una gran población de más de 182 mil personas. «Somos dos sacerdotes aquí, y conseguir servir a todos los fieles es un gran reto», comentó a Fides el P. Agustine Kharmuti. Este sacerdote dirige el Instituto Técnico Don Bosco local, en el cual se imparte formación técnica profesional a los refugiados en campos como la carpintería, electricidad, soldadura, sastrería, diseño, mecánica, secretaría, informática e inglés.
Los sacerdotes misioneros son apoyados apenas por tres religiosas y dos catequistas, pero los frutos de su trabajo son notables: «Formamos de 3.000 a 3.200 estudiantes al año y acogemos de 500 a 600 fieles en cada misa», comentó el P. Kharmuti.
El mayor desafío actual de la parroquia es el aumento de población en el campo a causa de los conflictos en Sudán del Sur, lo cual ha motivado a los religiosos solicitar ayuda a la Iglesia Universal y a los organismos estatales para ampliar la convocatoria de estudiantes y los servicios pastorales.
Con información de Zenit.
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