Ciudad del Vaticano (Viernes, 29-01-2016, Gaudium Press) El Presidente del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Agentes de la Salud, Mons. Zygmunt Zimowski, presidió una conferencia de prensa en la Santa Sede para presentar la próxima Jornada Mundial del Enfermo, a celebrarse el próximo 11 de febrero en Nazareth, Israel. La Jornada se realiza en la fiesta de Nuestra Señora de Lourdes y lleva por lema «Confiarse a Jesús Misericordioso como María: ‘Hagan lo que Él les diga'».
Mons. Zygmunt Zimowski, Presidente del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Agentes de la Salud. |
«El lugar donde la Jornada se celebrará – Nazareth, en Tierra Santa – es el primer punto para destacar», afirmó el Presidente del Pontificio Consejo. «Nazareth es la ciudad de la Encarnación, donde Jesús comenzó su misión salvífica y en Galilea curó muchas personas, como está narrado en el Evangelio de San Marcos». El prelado destacó la solicitud de Cristo en el alivio del sufrimiento humano y llamó a imitar esta dedicación, sobre todo continuar al lado del enfermo en condiciones que impiden su pronto restablecimiento.
Mons. Zimowski recordó que la Iglesia tiene una gran tradición de servicio a los enfermos como obra de misericordia a través de instituciones y profesionales. «Debemos apoyar esta gran tradición a toda costa: el trabajo de los doctores y enfermeros es tratado no sólo como una profesión sino como también y posiblemente primero como un servicio, una vocación», explicó.
Como parte del Año Santo de la Misericordia, la Jornada Mundial del Enfermo incluye una visita a la Basílica del Santo Sepulcro y la Basílica de la Agonía en Getsemaní, lugares donde Cristo se entregó por la salvación de los hombres. «Jesús une a la humanidad a través de su Cruz», indicó el prelado. «Cada hospital y clínica, como nos lo recuerda el Santo Padre, puede ser un signo visible y un lugar para promover la cultura del encuentro y la paz, donde la experiencia de la enfermedad y el sufrimiento, así como la ayuda profesional y fraterna».
Finalmente, el Presidente del Pontificio Consejo destacó la obediencia de los criados en el relato de las bodas de Caná, quienes acataron las órdenes de Cristo que permitieron transformar el agua en vino. «Naturalmente el milagro toma lugar por obra de Cristo; sin embargo, buscó la ayuda humana para completar el prodigio. Él pudo hacer aparecer el vino directamente en el ánfora. Pero Él quiere contar con la colaboración humana», recordó. «¡Qué preciado y agradable a Dios es ser servidores de los otros!».
La Jornada Mundial del Enfermo incluirá momentos litúrgicos, análisis teológicos y pastorales, así como gestos concretos de caridad como visitas a hospitales y estructuras de salud en el área.
Con información de Vatican Information Service.
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