Roma (Lunes, 01-02-2016, Gaudium Press) El Circo Máximo, situado en el corazón de Roma, fue escenario este fin de semana de una histórica manifestación pacífica a favor de la familia. El «Family Day», como se denominó este evento, ocurrió en la tarde del sábado 30 y contó con la presencia de unas 2 millones de personas.
Esta iniciativa, que nació desde la sociedad civil y gozó del apoyo de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), tuvo como fin apoyar la familia natural, de acuerdo con el designio divino, la cual se encuentra amenazada por el intento de adoctrinamiento de la ideología de género en las escuelas.
Dos millones de personas fueron parte el pasado sábado del histórico «Family Day», que se promovió desde la sociedad civil, y contó con el apoyo de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI). |
«Somos muchos, muchos más de los que pensábamos. Esta manifestación es a favor de la familia», dijo Massimo Gandolfini, uno de los organizadores de la concentración pacífica, una vez se subió a la tarima allí dispuesta y al ver la gran muchedumbre, principalmente familias quienes acudieron al lugar junto con sus hijos para dar testimonio de la belleza de la célula primaria de la sociedad.
«Estamos aquí porque creemos profundamente en la familia natural y estamos asistiendo a la traición del proyecto de la creación: si la humanidad falla en esto, todo falla», señaló Filippo, padre de cuatro, quien llegó a Roma desde Florencia para sumarse a esta manifestación y fue mencionado en RomaSette.it, medio de comunicación de la Diócesis de Roma.
También estuvo presente una abuela de 82 años quien desde Buttigliera d’Asti llegó a la Ciudad Eterna: «Estoy al final de mi existencia, pero no me arrepiento porque siempre he hecho todo con amor. He viajado toda la noche en autobús: no podía faltar. Tengo seis nietos, estoy aquí por ellos».
Por su parte, Marco Invernizzi, de la Alianza Católica y quien también fue citado por RomaSette.it, dijo a la multitud: «ustedes son el amanecer que está naciendo en un mundo que muere sepultado por sus vicios y sus pecados». Mientras tanto, la escritora Constanza Miriano dijo que ante las leyes que hieren a la familia y a la humanidad, «los cristianos tenemos el deber de levantarnos en pie no con rabia, sino como el resucitado».
En días pasados, el Presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, Cardenal Angelo Bagnasco, quien manifestó su adhesión al «Family day», señaló que es necesario hacer escuchar la voz ante quienes quieren imponer ideologías que son contrarias a la naturaleza y, sobre todo, al plan de Dios.
Dijo también que comparte los objetivos de la movilización, puesto que son «absolutamente necesarios», ya que «la familia es el fundamento de la sociedad».
«La familia no puede ser equiparada a ninguna otra institución o situación (…) La defensa de la familia, la promoción de la familia y la invocación de apoyo real, que hasta ahora parece que no existen, debería ser una voz unitaria en todo el país, en todas las familias italianas», subrayó el purpurado.
Sobre ello también ha hecho eco el Consejo Permanente de la CEI en su reciente reunión celebrada en Roma del 25 al 27 de enero. Los obispos que la conforman hicieron referencia al deber de anunciar «el evangelio del matrimonio y de la de la familia, defendiendo la identidad de su figura natural, cuyas características están incorporadas en la propia Constitución. La equiparación en curso del matrimonio con uniones civiles, es una gran preocupación dentro del cambio cultural que atraviesa occidente».
Con información de la CEI, RomaSette.it, Aciprensa y Zenit.
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