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Roma (Martes, 02-02-2016, Gaudium Press) Además de la veneración pública de las reliquias de los cuerpos mortales del Padre Pío de Pietrelcina y de San Leopoldo -grandes confesores-, que desde este miércoles 3 de febrero tendrán lugar en Roma, los peregrinos que lleguen a la Ciudad Eterna para vivir el Año Santo podrán acercarse, durante este 2016, a otros testimonios y profetas de la misericordia, como lo fueron los sacerdotes capuchinos.
Santa Faustina Kowalska
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| Es posible venerar una reliquia de la santa en la Iglesia del ‘Santo Spirito un Sassia’ – Santuario romano de la Divina Misericordia / Foto: Santuario de la Divina Misericordia-Roma. |
Uno de ellos es Santa Faustina Kowalska, la humilde religiosa polaca, quien nació en 1905, falleció en 1938, y hoy es conocida como el «Apóstol de la Misericordia». Fue a ella a quien Jesús le confió el mensaje de la Divina Misericordia pidiéndole promover su culto. El mismo Papa Francisco, en la Bula ‘Misericordiae Vultus’, habla sobre ella: «Nuestra plegaria se extienda también a tantos Santos y Beatos que hicieron de la misericordia su misión de vida. En particular el pensamiento se dirige al grande apóstol de la misericordia, santa Faustina Kowalska. Ella que fue llamada a entrar en las profundidades de la divina misericordia, interceda por nosotros y nos obtenga vivir y caminar siempre en el perdón de Dios y en la inquebrantable confianza en su amor».
Fue canonizada por el Papa Juan Pablo II durante el Jubileo del año 2000. En aquella ocasión el Santo Padre instituye la fiesta de la Divina Misericordia para que se celebre todos los años en el segundo domingo de Pascua. Es posible venerar una reliquia de la santa en la Iglesia del ‘Santo Spirito un Sassia’ – Santuario romano de la Divina Misericordia, situado muy cerca de la Plaza de San Pedro. Esta reliquia fue la misma que se utilizó el día de su canonización, la cual fue donada al Santuario por el Papa polaco.
San Juan Pablo II
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Otro de los grandes santos y modelo de la misericordia es precisamente San Juan Pablo II, quien falleció hace cerca de 11 años. Durante sus días de Pontífice fue un gran promotor de la Misericordia Divina, tanto así que en el tercer año de su pontificado escribió la Carta Encíclica ‘Dives in Misericordia’, dada a conocer el primer domingo de Adviento de 1980. Allí invita a volver la mirada al misterio de la misericordia: «es conveniente ahora que volvamos la mirada a este misterio: lo están sugiriendo múltiples experiencias de la Iglesia y del hombre contemporáneo; lo exigen también las invocaciones de tantos corazones humanos, con sus sufrimientos y esperanzas, sus angustias y expectación».
El papa Polaco fue beatificado por el Papa Emérito Benedicto XVI en el 2011. Tres años después, el 27 de abril de 2014, fue canonizado por el Papa Francisco. En esta fecha se celebraba justamente la fiesta de la Divina Misericordia. El cuerpo mortal de San Juan Pablo II permanece en la Basílica de San Pedro, una reliquia de su sangre también puede ser venerada en la iglesia romana de ‘Santo Spirito in Sassia’, junto a la de Faustina Kowalska.
Beata Teresa de Calcuta
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Entre los modelos de misericordia que también se celebrarán durante el Año Santo, se encuentra el de la Beata Madre Teresa de Calcuta, quien es recordada por su gran caridad, especialmente por los más necesitados. La religiosa, quién nació en 1910 en la actual macedonia, y falleció en Calcuta, India, en 1997, hizo visible con su vida el Evangelio de la Caridad, así como las obras de misericordia.
Fue beatificada en el año 2003 por San Juan Pablo II y probablemente sea canonizada el próximo septiembre según sugirió el Cardenal Angelo Amato, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, el pasado diciembre al anunciar la aprobación del milagro, atribuido a la mediación de la beata, que la llevará a recibir el honor de los altares.
Con información de SIR y Vatican.va.
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