Ciudad del Vaticano (Martes, 02-02-2016, Gaudium Press) Más de 1 millón 300 mil peregrinos estuvieron en Roma, desde el inicio del Jubileo del Año Santo de la Misericordia.
A partir de ahora fue instituida la Audiencia Jubilar, que será destinada sobre todo a los peregrinos que se dirigen a la Ciudad Eterna en peregrinación en este Año Jubilar.
La Audiencia especial en el Jubileo de la Misericordia será concedida una vez al mes, los sábados, cuando el Papa recibirá a los peregrinos y a ellos dirigirá algunas palabras.
La primera de ellas fue realizada el sábado, 30 de enero. Y, en la primera catequesis de esta audiencia a los Peregrinos de la Misericordia, como no podría dejar de ser, Francisco escogió hacer una explicación sobre la Misericordia. Allí aprovechó para apuntar la relación Misericordia-Misión.
Al recibir algo de bueno o alegre, lo normal es que tengamos el deseo de transmitir esa noticia a los otros, recordó el Papa:
«Leyendo el Evangelio vemos que esta fue la experiencia de los primeros discípulos: después del primer encuentro con Jesús, Andrés fue a decirlo inmediatamente a su hermano Pedro y la misma cosa hizo Felipe con Natanael. Encontrar a Jesús equivale a encontrarse con su amor», dijo Francisco.
Para el Papa, todo cristiano debe ser Cristóforo, es decir, portador de Cristo.
La misericordia que recibimos del Padre, en Cristo, no nos es dada apenas como consolación privada. Ella nos invita a ser instrumentos y llevar a otras personas a ese don.
El Pontífice explicó cómo transformarse en misioneros de la misericordia:
«Vivir de misericordia nos torna misioneros de la misericordia, y ser misioneros nos permite crecer siempre más en la misericordia de Dios. Por tanto, tomemos seriamente nuestro ser cristianos y empeñémonos en vivir como creyentes, porque solo así el Evangelio puede tocar el corazón de las personas y abrirlo a recibir la gracia del amor. A recibir esta gran misericordia de Dios que acoge a todos.» (JSG)
Deje su Comentario