Varsovia (Lunes, 15-02-2016, Gaudium Press) En el día anual de formación de los párrocos y rectores de la Arquidiócesis de Varsovia, Polonia, el P. Krzysztof Pawlina, Rector de la Pontificia Facultad de Teología de Varsovia hizo un llamado a la preparación espiritual para la próxima Jornada Mundial de la Juventud y animó a los sacerdotes a ser conscientes de la magnitud e importancia de la misma, así como de las oportunidades pastorales que el evento significa. «La JMJ es una celebración que recuerda a los pastores el deber de lucha espiritual para los jóvenes», indicó el Rector. «Los jóvenes que sin duda luchan hoy contra el demonio».
Avanzan los preparativos para la próxima Jornada Mundial de la Juventud. Foto: JMJ Cracovia 2016. |
El sacerdote y profesor lamentó que algunos sacerdotes sientan los numerosos preparativos de la JMJ como una carga o un problema que se «domina de alguna manera, se abraza, se experimenta y tal vez se olvide». Recordando las enseñanzas del Papa San Juan Pablo II, creador de las jornadas mundiales de la juventud, expresó que el evento es una oportunidad para que los jóvenes manifiesten la forma como se identifican dentro de la Iglesia.
Esta información es importante, ya que la juventud enfrenta situaciones complejas. «Se trata de un joven que viene a la Iglesia pero, a menudo en su propia parroquia, no puede establecer una relación con Dios. A pesar de la sed, con los restos de la fe, no puede sacar agua». Esta situación de tibieza puede ser sacudida por una oportunidad de encontrarse más intensamente con Dios. «La JMJ es una celebración de la Iglesia, una convocatoria en la fuente, la oportunidad de que los jóvenes saquen finalmente el agua de la vida», comentó el P. Pawlina.
El Rector asoció la Jornada Mundial de la Juventud de Cracovia con la celebración del aniversario 1050 del Bautismo de Polonia. «El Bautismo es un sacramento por el cual llegamos a ser hijos de Dios. Y en Cracovia estos hijos de Dios se reúnen para celebrar la vida en Dios mismo», indicó. «En el río Vístula se reunirá el mundo joven. Muchos desconocidos, gente de diferentes partes del mundo. ¿Qué es lo que los une? El mismo Bautismo en agua, que fluye desde el umbral de la casa», describió. «El Bautismo nos limpia, nos conecta y nos fortalece».
«La JMJ es una celebración que recuerda a los pastores el deber de lucha espiritual para los jóvenes», concluyó el P. Pawlina. Los jóvenes a veces son interpretados como un problema, precisamente a causa de la lucha que enfrentan, y ellos buscan «que se les bendiga, se reúnen en la fuente con el fin de obtener la fuerza para vencer el mal, para apagar las inclinaciones del alma».
Con información de Ekai.
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