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Bogotá (Martes, 16-02-2016, Gaudium Press) Desde ayer, y hasta el próximo viernes, se encuentra reunida la Centésima Asamblea General del Episcopado Colombiano. «El episcopado celebra el hecho de que nos hemos reunido cien veces a lo largo de una historia, desde cuando empezó esta la Conferencia Episcopal», afirmó Mons. Luis Augusto Castro, presidente de la Conferencia Episcopal, en rueda de prensa.
La reunión de los obispos colombianos se encuentra marcada por el reciente anuncio de que el Papa Francisco visitará al país en el primer semestre del año 2017.
En el discurso inaugural, y acerca de las labores que las distintas Asambleas plenarias han realizado, Mons. Castro destacó que cada asamblea ha sido «vigía de la Iglesia, factor de comunión, impulsora a la misión pastoral y promotora de la visión doctrinal orientadora de la sociedad».
Acerca de la reciente reunión que una delegación de los obispos colombianos sostuvo con el Santo Padre el pasado 23 de enero, en el que entre otros temas se trató de su futura venida a Colombia, Mons. Castro destacó que el Papa considera al país como «una mina de oro para la Iglesia», por la fe del pueblo que redunda en vocaciones a la vida consagrada.
Mons. Castro también habló de la importancia de la misericordia, el perdón y la reconciliación en la situación política y social que atraviesa Colombia, y pidió a la Iglesia que «abra las puertas del corazón» para mostrar con hechos y traducir la misericordia en acciones concretas.
Ayer, en la primera Jornada de la Asamblea, Mons. Pedro Salamanca, obispo auxiliar de Bogotá, realizó su ponencia «Comunión y misión. Perspectivas teológico-pastorales», expresando que lo comunitario no es un tema secundario en la vida de los consagrados, sino constitutivo.
Con información de la CEC
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