90 catecúmenos serán bautizados en Roma esta Pascua

Roma (Martes, 16-02-2016, Gaudium Press) El pasado sábado 13 de febrero tuvo lugar en la Basílica de San Juan de Letrán en Roma el Rito de Elección, que prepara el camino para que 90 catecúmenos reciban el Bautismo esta Pascua. El Rito -que se hace previo a la iniciación sacramental de los adultos que han comenzado un camino de conversión- fue presidido por Mons. Andrea Lonardo, director de la Oficina de Catequesis del Vicariato para la Diócesis de Roma.

«Durante la ceremonia los catecúmenos han pronunciado por primera vez en público su nombre cristiano junto al nombre ‘pagano’, no ligado a un santo, que tenían hasta el momento», expuso el prelado, quien fue citado por RomaSette.it, diario de la diócesis romana.

También comentó que algunos no han podido asistir a la ceremonia ya que en algunas religiones la conversión al cristianismo puede significar perder el trabajo, e incluso, puede castigarse, casos en que el Rito puede efectuarse en la parroquia más cercana o que habitualmente se frecuente. «Esto, para nosotros, es un evento importante que muestra cuánto deseo hay de Jesús», agrega Mons. Lonardo.

El pasado 13 de febrero, los catecúmenos participaron del Rito de la Elección, que ocurrió en la Basílica de San Juan de Letrán / Foto: gliscritti.it.

Acompañaron el Rito de la Elección los padrinos, catequistas y párrocos de los futuros bautizados, quienes compartieron con el Obispo el camino de conversión que ellos han iniciado. La mayoría de los catecúmenos proceden de diversos países del mundo.

Giuseppina, quien cuenta con 25 años, es una de las jóvenes que recibirá para Pascua los Sacramentos de la Iniciación Cristiana. Narrando a RomaSette.it su experiencia en el encuentro con Dios, comentó: «No recuerdo casi nada, si no el miedo de no encontrar mi camino y desperdiciar los años de mi vida, recuerdo las lágrimas derramadas en una relación estéril y devastada, el sufrimiento, la soledad, la confusión, la angustia, la desilusión de amistades frágiles, el desierto, el vacío (…) Un día fui a un encentro sobre los Diez Mandamientos y me esperaba un cura aburrido y dogmático que quería convencerme a creer en su Dios (…) En vez, el hombre que se me presentó hablaba de mí, de mi realidad, de la vida concreta, de mis dudas, de mis angustias, de mis deseos, de mis emociones, de mis afectos. Me sentía conocida y amada».

Junto a ella, también será Bautizado Riccardo, quien creció en una familia budista. Él también contó al medio diocesano su testimonio al hallar a Dios: «Hace unos años mi padre sufrió un infarto, y yo me sentía impotente. Sentí un impulso, un enorme deseo interior de volver a Jesús. No sabía exactamente qué cosa decir, pero mi corazón ha dicho literalmente todo aquello que quería decir (…), además de un río de lágrimas, vino la oración más bella de mi vida».

De acuerdo con el Catecismo de la Iglesia Católica, el catecumenado tiene por finalidad permitir a los catecúmenos «llevar a madurez su conversión y su fe». Esto consiste en «una formación, aprendizaje o noviciado debidamente prolongado de vida cristiana, en que los discípulos se unen a Cristo, su Maestro. Por lo tanto, hay que iniciar adecuadamente a los catecúmenos en el misterio de la salvación, en la práctica de las costumbres evangélicas y en los ritos sagrados que deben celebrarse en los tiempos sucesivos, e introducirlos en la vida de fe, la liturgia y la caridad del Pueblo de Dios», cita el Ritual de iniciación cristiana para adultos.

«Los catecúmenos ‘están ya unidos a la Iglesia, pertenecen ya a la casa de Cristo y muchas veces llevan ya una una vida de fe, esperanza y caridad (…) La madre Iglesia los abraza ya con amor tomándolos a sus cargo'», prosigue el Catecismo.

De la redacción de Gaudium Press, con información de RomaSette.it y vatican.va.