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Singapur (Miércoles, 17-02-2016, Gaudium Press) El Arzobispo de Singapur, Mons. William Goh, presidió la Eucaristía de clausura del Año de la Vida Consagrada en el templo local de San Ignacio, el pasado 02 de febrero. Sus indicaciones a los religiosos, publicadas en la edición más reciente del informativo diocesano Catholic News Singapur, incluyeron un claro llamado a renovar la fidelidad al carisma propio de cada congregación como manera de impulsar las vocaciones.
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| La vida consagrada ofrece la posibilidad de inspirar a los seglares a un seguimiento más pleno de Jesucristo. Foto: Dennis Jarvis. |
Ante el riesgo que representa un bajo número de vocaciones para algunas comunidades religiosas, el Arzobispo indicó que el testimonio es la manera indicada de motivar las vocaciones. «Con el apoyo de los laicos, nuestros religiosos y religiosas deben ser modelos en todo ejemplo posible para inspirar a los jóvenes» exhortó. Más de 300 religiosos escucharon sus palabras en la celebración.
«Si ustedes desean continuar siendo la luz de la nación, continuar inspirando a las personas, disfrutar el trabajo que realizan y apoyar sus carismas, ustedes necesitan redescubrir el fundamento de la vida consagrada», enseñó el prelado: «Los consejos evangélicos de la pobreza, la castidad y la obediencia».
Sobre estas virtudes, Mons. Goh recordó el llamado del Papa Francisco a la pobreza y la atención caritativa, sobre la castidad recordó que el sentido de esta virtud es permitir al religioso un amor más universal y sobre la obediencia afirmó que «simplemente significa hacer la voluntad de Dios, expresada frecuentemente a través de nuestros superiores». Finalmente, el Arzobispo destacó el papel de los religiosos en el Año Santo de la Misericordia: «Los religiosos están al frente de las obras de misericordia, y es a través de ellos que los laicos pueden ser inspirados».
Con información de Catholic News Singapur.
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