Manaos (Miércoles, 17-02-2016, Gaudium Press) La Fiesta de San Lázaro, Patrono de la parroquia localizada en la Zona Sur de la ciudad de Manaos, Brasil, fue celebrada por los devotos amazonenses el pasado 11 de febrero.
Con el tema «Con San Lázaro, seguiremos a Jesús Misericordioso», los festejos de este año fueron marcados con la participación del Arzobispo de Manaos, Mons. Sérgio Eduardo Castriani, en la procesión y en la solemnidad en memoria al Santo.
El novenario de San Lázaro dio inicio a las celebraciones el día 31 de enero, extendiéndose al 10 de febrero, con base en la temática «Lázaro, el mendigo y leproso protagonista de la parábola de Jesús: El Rico y Lázaro, reproducida en el Evangelio de Lucas 16, 19-31».
En el día festivo, hubo la procesión que recorrió las principales calles del barrio, siendo animada por el rector del Santuario Nuestra Señora Aparecida, Padre Inácio Raposo, que aprovechó el momento para hacer reflexiones sobre la vida de San Lázaro.
El Arzobispo Mons. Sérgio, a su vez, recordó la devoción de hombres y mujeres a San Lázaro:
«Celebramos a San Lázaro, a quien somos devotos y esperamos auxilio y protección. Lázaro era una persona, como millones de hombres, que nadie sabe cómo nació y quién era su familia, sin origen. En las calles de Manaos hay gente así. Lázaro no tiene historia, pero existió y, así como tantos hombres y mujeres que nadie sabe quiénes son, que viven por las afueras, abandonados, excluidos, marginados, no tienen historia. Jesús al contar la parábola para explicar al mundo en que nosotros vivimos, dio nombre a esa persona Lázaro. Él lo auxilia, está del lado de él, Dios está del lado de aquel que no tiene nombre, no tiene historia, no tiene familia, no tiene nada. Si nosotros queremos estar al lado de Dios, nosotros tenemos que ayudar a esas personas, tenemos que tener misericordia de ellas, tenemos que acoger, cuidar de sus heridas. Ellos son los preferidos de Dios. Debemos tener misericordia, misericordia es sufrir por el otro, sentir el mismo dolor, misericordia es sufrir el sufrimiento del otro, tener solidaridad y actuar a partir de ese sufrimiento y ayudar».
Al final de las celebraciones, el prelado exhortó a los fieles diciendo: «entonces a los devotos de San Lázaro es una gran responsabilidad, porque es asumir un compromiso de ser solidario en el dolor, ser misericordioso, que nunca huyamos de los Lázaros, porque él tiene a Dios. Es santo porque Dios tiene misericordia, santo porque Dios lo ama, santo porque en él el amor de Dios es pleno. Entonces nosotros podemos pedir a él que interceda por nosotros, podemos pedir a él misericordia», concluyó. (LMI)
De la redacción de Gaudium Press, con informaciones de la Arquidiócesis de Manaos
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