Bogotá, (Viernes, 19-02-2106, Gaudium Press) Del 15 de febrero pasado y hasta hoy, se reunió en Bogotá la Centésima Asamblea Plenaria del Episcopado colombiano, la cual abordó temas de importancia trascendental para la vida de la nación. En comunicado emitido al final de la Asamblea, los obispos del país andino agradecieron a «Dios este centenar de asambleas que han sido signo de un episcopado que ha querido prestar su servicio eclesial a la Iglesia que peregrina en Colombia con toda responsabilidad y sentido pastoral».
Los obispos reflexionaron sobre «la realidad y la misión de los obispos, de los sacerdotes y de los diáconos permanentes, conscientes de que, a pesar de las limitaciones y de los defectos, en virtud de la unción recibida, vivimos en la unidad en torno a Cristo, el compromiso apostólico para el cual hemos sido consagrados con fidelidad, con entusiasmo y en el continuo abrirnos a las necesidades de las comunidades cristianas y de toda la sociedad».
Foto: Conferencia Episcopal Colombiana |
Los obispos renovaron su empeño en trabajar por la paz, y manifestaron su preocupación con «la corrupción tan elevada que hay en el país y que puede llevar al desastre a Colombia como cuando una casa pulveriza sus cimientos». Los obispos auspiciaron el imperio de la ética para construir la nueva Colombia.
Asimismo los obispos de Colombia manifiestan su cercanía con «todos los médicos católicos que se encuentran con dificultades con sus autoridades por el hecho de no aceptar practicar la eutanasia y el aborto. La eliminación de una vida, sea o no con su autorización, riñe con los postulados de la ética médica y con la conciencia de cada uno de ellos». En un tema también de salud, el episcopado colombiano expresó su preocupación por las mujeres embarazadas que, enfermas del Zika, se sienten presionadas a abortar. «Invitamos a los organismos de salud a cuidar la vida y la salud tanto de las madres como de sus hijos», dicen.
Después de hacer una defensa de la familia, constituida por «la unión de un hombre y una mujer», los obispos manifiestan que consideran que la «propuesta de introducir en el preescolar y en la primaria la educación sexual sencillamente está invadiendo el derecho que le corresponde a la familia de introducir en esta realidad a los propios hijos con tacto, con cariño, con respeto y de forma apropiada a su edad».
Los obispos concluyen su mensaje «en sintonía con el Papa Francisco» en cuanto al deseo de paz para Colombia, y pidiendo a la Virgen que acompañe a los dirigentes de la nación en su diario quehacer.
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