Juiz de Fora (Miércoles, 24-02-2016, Gaudium Press) La Iglesia de Juiz de Fora, Brasil, presenció en la mañana de este último domingo 21, la séptima edición de la Vía Sacra Joven arquidiocesana, que reunió millares de jóvenes en procesión por las calles mineras.
Realizada en el segundo domingo de la Cuaresma, la Vía-Sacra ocurrió después de la celebración eucarística en la Iglesia Matriz Nuestra Señora de Fátima, en la Ciudad Alta, presidida por el Arzobispo Mons. Gil Antônio Moreira, y concelebrada por diversos sacerdotes de la Iglesia Particular.
«Es muy bueno participar. La sensación es óptima, estar más cerca de Dios y de otros jóvenes. Siento que estamos haciendo los pasos que Jesús hizo por nosotros. Él sufrió y también nosotros pasamos por obstáculos en esa caminata, da ganas de desistir, pero continuamos, todo por Él», expresó Mariana Soares Pereira, coordinadora del Grupo Joven Agua Viva, de Bicas.
A su vez, Mons. Gil destacó el crecimiento de la Vía Sacra cada año, no apenas en el número de participantes como también en el sentido de espiritualidad.
«Los jóvenes van asumiendo cada vez más el sentido de caminar con Cristo, subiendo el morro que representa el Morro del Calvario, pero también el Morro de la Resurrección. Este es, además, el sentido de la Cuaresma: la caminata con Cristo hasta la Pascua».
En su homilía, el prelado invitó a los participantes de la Vía Sacra Joven a aproximarse más a Nuestro Señor Jesucristo a través de la oración, a fin de tener fuerzas para encarar cualquier Vía-Sacra que la vida coloque en sus trayectorias.
Además, el arzobispo recordó que las reflexiones de la caminata cuaresmal serían iluminadas por la palabra «misericordia», en vista del Jubileo Extraordinario anunciado por el Papa Francisco.
Después de realizada la ceremonia, fue dado el inicio del cortejo. En la ocasión, los jóvenes entonaban cánticos y alabanzas mientras subían el Morro de Cristo. Además, ellos meditaron en las 15 estaciones de la Vía-Sacra, cada cual contemplando uno de los momentos de la condena, Pasión y muerte de Jesús.
Al llegar al destino final, ocurrió la meditación de la 15ª estación: la resurrección de Cristo, seguido por la bendición de Mons. Gil a los que concluyeron la Vía Sacra. (LMI)
De la redacción de Gaudium Press, con informaciones de la Arquidiócesis de Juiz de Fora
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