Washington (Viernes, 04-03-2016, Gaudium Press) La Hna. Constance Veit, religiosa de las Hermanitas de los Pobres explicó recientemente al informativo estadounidense Catholic Review los motivos por los cuales su congregación no puede ceder en el arduo camino legal en contra del llamado mandato antinatalista de la Administración de Estados Unidos. También relató desde dentro cómo las religiosas perciben ser el centro de atención de una controversia que no fue buscada ni deseada por ellas, sino impuesta por las circunstancias.
Las Hermanitas de los Pobres en Estados Unidos tuvieron que llevar a los tribunales su llamado a la proteccion de su libertad religiosa. Foto: Hermanitas de los Pobres. |
«Nosotras, las Hermanitas de los Pobres, estamos orando fervientemente para que 2016 sea recordado como el año en que pudimos regresar a nuestras calladas vidas de servicio a los ancianos», expresó la Hna. Veit, «después de una feliz resolución de nuestra larga lucha legal sobre el mandato del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS)».
La religiosa aclaró que las Hermanitas de los Pobres «nunca antes nos habíamos involucrado en política» y recordó que ellas fueron obligadas a actuar en oposición a la norma que pretendía obligarlas a incluir fármacos abortivos, esterilización y anticonceptivos en la cobertura de salud obligatoria para sus empleados en sus instituciones de servicio, de identidad católica. El proceso ha pasado de la Corte de Distrito de Colorado a la Corte de Décimo Circuito de Estados Unidos y finalmente a la Corte Suprema, que escuchará a las religiosas en el mes de marzo.
¿Por qué no firmar un formulario?
Las Hermanitas de los Pobres han recibido numerosas muestras de apoyo, relató, pero también críticas y comentarios ásperos que las invitan a «simplemente firmar el formulario». Esta frase hace referencia a la llamada «acomodación» en la cual se requiere al empleador llenar un formulario con el cual no estaría obligado a pagar por el servicio pero garantizaría su prestación a través de la aseguradora. «Contrario a cómo se presenta frecuentemente se presenta, la Forma 700 no es una declaración simple de objeción de conciencia, ni un «optar no» con respecto al mandato», aclaró la religiosa.
«La Forma 700 es una hoja de permiso», explicó. «Firmarla permitiría al HHS comandar la infraestructura de nuestro plan de salud para usarlo en la distribución de abortivos o anticonceptivos a nuestros empleados. En otras palabras, firmar la Forma 700 nos involucraría en una cooperación formal con una acción mala, lo cual nunca es permitido en la Doctrina Católica».
Además del grave mal moral que significaría la acción misma, la religiosa expuso que para el caso de las Hermanitas de los Pobres esto constituiría un pecado de escándalo que llevaría a otras personas a pecar. «Esto es un asunto serio, especialmente para mujeres como nosotras que estamos consagradas al servicio de la Iglesia», afirmó la Hna. Veit. «A través de nuestro voto de Hospitalidad estamos obligadas, ante los ojos de Dios y de la Iglesia, a defender la santidad de la vida humana, desde el momento de la concepción hasta la muerte natural».
La religiosa expuso como ejemplo de la gravedad de este compromiso el testimonio de vida de Santo Tomás Moro, quien fue martirizado por no aceptar las disposiciones legales del rey inglés Enrique VIII, quien se separó de la comunión de la Iglesia Católica para fundar el anglicanismo. Siguiendo el ejemplo de este Santo, al igual que el de Eleazar en el II Libro de los Macabeos, «nos sentimos obligadas a afirmar que deseamos ser buenas ciudadanas y servidoras de los ancianos de nuestra nación, pero primero hijas fieles de la Iglesia», concluyó la religiosa.
Con información de Catholic Review.
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