Ciudad del Vaticano (Lunes, 07-03-2016, Gaudium Press) Ayer, antes del rezo del Ángelus ante miles de personas en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco reflexionó sobre la parábola del hijo pródigo, subrayando la gran misericordia que se alberga en el corazón del padre de este hijo, a quien dio la libertad de irse de cada a pesar de inmaduro. En ese sentido, Dios también respeta nuestra libertad.
Dios también «nos deja libres, también ante equivocaciones, porque creándonos ha hecho el gran don de la libertad. Es nuestra responsabilidad el hacer un buen uso», expresó el Pontífice.
El Pontífice recordó que así como el padre de la parábola amaba a su hijo, así Dios nos ama a nosotros. «Los errores que cometemos, también si son grandes, no dañan la fidelidad de su amor. En el sacramento de la Reconciliación podemos siempre de nuevo comenzar: Él nos acoge, nos da de nuevo la dignidad de hijos suyos».
El Papa Francisco invitó a los fieles a pedir a la Virgen para que nos ayude a volver al Padre en este tiempo de Cuaresma, intensificar la conversión y rechazar cualquier compromiso del pecado.
Con información de Radio Vaticano
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