Toronto (Miércoles, 09-03-2016, Gaudium Press) La propuesta de reglamentación del suicidio asistido en Canadá recibió un fuerte rechazo por parte del Cardenal Thomas Collins, Arzobispo de Toronto, quien aseguró que la iniciativa «debería conmocionarnos hasta la médula», en una homilía enviada a más de 200 parroquias locales en la que llama a una sólida oposición de los fieles a la iniciativa.
El Arzobispo de Toronto envió un texto sobre la necesidad de oponerse al suicidio asistitdo a más de 200 parroquias. Foto: Arquidiócesis de Toronto. |
«Los médicos a lo largo de nuestro país que han dedicado sus vidas a sanar pacientes pronto serán requeridos a hacer el exacto opuesto», afirmó el purpurado. El Cardenal denunció que la atención a las personas con ideas suicidas antes encontraban apoyo para salir de esta situación, mientras que hoy se propone declarar el suicidio como una opción aceptable y consagrada en la legislación. «Morir simplemente no es lo mismo que ser asesinado», alertó el Arzobispo.
El prelado advirtió que los legisladores proponen implementar la eutanasia en un plazo de tres años, extender la legalidad del procedimiento a pacientes psiquiátricos e incluso poder programar con anterioridad su realización. Además, la propuesta incluye la presión a todas las instituciones de salud que reciben algún dinero estatal para realicen el procedimiento, lo que comprometería a las instituciones católicas que han manifestado su negativa (ver noticia anterior). De igual manera denunció que los médicos objetores serían forzados a remitir a los pacientes a otros profesionales, lo que los convertiría en cómplices del acto.
«Conscientes de la dignidad inherente de cada persona, es tiempo para que las familias a lo largo del país tengan una difícil pero necesaria conversación acerca de la realidad de la muerte», indicó el Card. Collins. «Necesitamos entender las implicaciones destructivas de estos cambios legales y ofrecer alternativas amorosas y misericordiosas. El prelado concluyó recordando las palabras de Cristo en el Evangelio de San Mateo: «Lo que hayan hecho por el más pequeño de mis hermanos, a Mí me lo has hecho».
Con información de Arquidiócesis de Toronto.
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