Los Ángeles (Lunes, 14-03-2016, Gaudium Press) El Arzobispo de Los Ángeles, Estados Unidos, Mons. José Gómez, se sumó al llamado a detener el genocidio de los cristianos en Oriente Medio a través de un editorial publicado en Angeles News, el informativo diocesano local. El prelado pidió a los católicos firmar la petición de los Caballeros de Colón sobre la declaración de la violencia contra los cristianos como crimen de genocidio e insistió sobre la unidad espiritual que debe existir entre los creyentes de todas partes del mundo. «No podemos permitir que ellos se han olvidados en nuestras oraciones y en nuestra abogacía».
Mons. José Gómez, Arzobispo de Los Ángeles, Estados Unidos. Foto: Franciscan University. |
Mons. Gómez recordó que la historia del cristianismo está escrita con la sangre de los mártires y que incluso la celebración festiva de la Navidad está seguida en la liturgia por la conmemoración del primer mártir cristiano: San Esteban. «Los martes son un testimonio a nuestra conciencia», afirmó el Arzobispo. «Ellos nos recuerdan que Jesús nos llama a seguirlo sin excepciones, y que nosotros podemos enfrentar la intolerancia, la discriminación e incluso la violencia por creer en Su nombre «.
Por qué declarar el genocidio
El prelado hizo mención del reciente martirio de cuatro religiosas de las Misioneras de la Caridad en Yemen y anunció que sumó su nombre a la iniciativa de los Caballeros de Colón que solicita a la Secretaría de Estado de Estados Unidos declarar como crimen de genocidio las acciones de grupos extremistas contra las comunidades cristianas en Medio Oriente. «La violencia contra los cristianos es tanto sistemática como bárbara», denunció el prelado, quien hizo una lista de algunas de las atrocidades cometidas contra los creyentes y que han sido documentadas tanto con instituciones de la Iglesia como por agentes internacionales independientes.
«La designación política de genocidio tiene implicaciones», explicó el Arzobispo. «La primera es decir la verdad. lo que está pasando a los cristianos en el Medio Oriente es un crimen contra la humanidad que clama a Dios. Además de esto una designación de genocidio le da a la comunidad internacional la autoridad moral para detener la violencia y castigar a quienes son responsables. También le da un estatus especial a los cristianos que huyen de la persecución, un derecho de ser tratados como refugiados y de reclamar sus propiedades y hogares una vez que la violencia termine».
Por estos motivos, el prelado recomendó unirse a la firma de la petición y ofrecer oración durante el tiempo de Cuaresma por los cristianos perseguidos, «quienes están soportando su propia lenta crucifixión en la tierra donde nuestro Salvador ha nacido». El Arzobispo pidió ayudar a los cristianos perseguidos también de forma material y solicitar al congreso de los Estados Unidos «hacer más para detener el genocidio de nuestros hermanos y hermanas en la fe». «Que nuestra Santísima Madre María dé esperanza a aquellos que están sufriendo y coraje para que nosotros nos pongamos de pie junto a ellos en solidaridad y amor», concluyó.
Con información de Angelus News.
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