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Ciudad del Vaticano (Martes, 15-03-2016, Gaudium Press) El Papa ha conducido en los sábados lo que está siendo llamado ‘Audiencia Jubilar’.
Este sábado, 12 de marzo, ocurrió esa Audiencia que se repetirá todos los sábados del Año Extraordinario de la Misericordia, en la Plaza San Pedro.
En la Audiencia había cerca de 50 mil fieles y peregrinos.
Palabras del Papa – enseñanza de Jesús
«Estamos aproximándonos a la fiesta de Pascua, misterio central de nuestra fe. El Evangelio de Juan, como oímos, narra que antes de morir y resucitar por nosotros, Jesús hizo un gesto que quedó marcado en la memoria de los discípulos: el lava pies. Un gesto inesperado y emocionante, al punto de Pedro no querer aceptarlo», dijo el Papa en su catequesis titulada «Misericordia y servicio».
Francisco se fijó en las palabras finales de Jesús:
‘¿Ustedes comprendieron lo que acabé de hacer? Si yo, que soy el Maestro y el Señor, lavé sus pies; ustedes también deben lavar los pies unos de los otros’.
«De este modo Jesús indica a sus discípulos el servicio como el camino a ser recorrido para vivir la fe en Él y dar testimonio de su amor. El propio Jesús aplicó a sí la imagen del «Siervo de Dios» utilizada por el Profeta Isaías. Él, el Señor, se hizo siervo», comentó.
Qué es el amor y cómo amar
«Lavando los pies de los apóstoles, Jesús quiso revelar el modo como Dios actúa con nosotros y dar el ejemplo de su ‘nuevo mandamiento’, para amarnos unos a otros como Él nos amó, o sea, dando la vida por nosotros. El propio Juan escribió en su Primera Carta: Comprendemos lo que es el amor: Jesús dio su vida por nosotros; por tanto, nosotros también debemos dar la vida por los hermanos. Hijitos, no amemos con palabras ni con la lengua, sino con obras y de verdad.»
Continuó el Papa Francisco:
«El amor es servicio concreto que hacemos unos a otros. El amor no son palabras, son obras y servicio; un servicio humilde, hecho en el silencio y sin publicidad, como Jesús mismo dijo: ‘Que tu izquierda no sepa lo que tu derecha hace’. Supone colocar a disposición los dones que el Espíritu Santo nos dio para que la comunidad pueda crecer. El amor se expresa en el compartir nuestros bienes materiales para que nadie pase necesidad. El compartir y dedicación a quien precisa es un estilo de vida que Dios sugiere también a muchos no cristianos, como camino de humanidad auténtica.»
Nunca el cristiano deje de hacer lo que Cristo hizo
«No nos olvidemos que lavando los pies de los discípulos y pidiéndoles que hicieran lo mismo, Jesús nos invita también a confesar a los otros nuestras faltas y rezar unos por los otros para que sepamos perdonar de corazón». En este sentido, el Papa recordó las palabras de San Agustín que escribió: ‘Nunca el cristiano deje de hacer lo que Cristo hizo. Porque cuando el cuerpo se inclina hasta los pies de su hermano, en el corazón se enciende -o si ya existía, se alimenta- el sentimiento de humildad […]. Perdonémonos unos a otros nuestros errores y recemos recíprocamente por nuestras faltas y así de alguna forma, lavaremos los pies unos a otros’.
Amor, caridad y servicio
«Amor, caridad y servicio, ayudar a los otros, servir a los otros. Muchas personas pasan la vida entera así, sirviendo a los otros», subrayó el Pontífice, contando el siguiente hecho:
«En la semana pasada, recibí una carta de una persona que me agradecía por el Año de la Misericordia; me pedía rezar por ella, para que pudiese estar más próxima al Señor. La vida de esa persona es cuidar a la madre y el hermano: la madre está en la cama, anciana, lúcida, pero no puede más moverse, y el hermano es deficiente, está en la silla de ruedas. La vida de esa persona es servir, ayudar. ¡Eso es amor! ¡Cuando usted se olvida de sí mismo y piensa en los otros, eso es amor!»
Francisco concluyó sus enseñanzas así:
«Con el lava pies el Señor nos enseña a ser servidores, es más, más que servidores: siervos, como Él fue siervo por nosotros, por todos nosotros. Siguiendo a Jesús por la estrada del servicio, seremos misericordiosos como el Padre». (JSG)
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