Santiago de Chile (Miércoles, 23-03-2016, Gaudium Press) Con la asistencia de una gran cantidad de fieles que repletaron la Catedral Metropolitana, el Arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, presidió la celebración de Domingo de Ramos el pasado 20 de marzo al mediodía, dando inicio a la Semana Santa en la Iglesia capitalina.
«Hoy Domingo de Ramos hacemos memoria de la entrada de Jesús a Jerusalén. Nos narran los textos del Evangelio que Jesús pasó la noche en oración en el Monte de los Olivos y al amanecer miró la ciudad de Jerusalén y tuvo compasión», dijo el cardenal luego de realizar la tradicional bendición de los ramos con que los fieles saludaron el paso de la procesión de entrada.
En su homilía, el purpurado expresó que «el pueblo no lo quiso acoger (a Jesús) en Belén, cuando nació pobre. Tampoco lo quiso recibir en el sínodo de la comunidad cuando, después de haber nacido tuvo que huir a Egipto. No lo quiso acoger cuando realizó milagros y cuando su palabra, que revelaba el corazón misericordioso de Dios invitaba a todos al perdón, a la reconciliación y a la paz, a sentirse abrazado por la misericordia y ternura del Padre».
Y agregó: «Vivir la realidad de ser testigos de Jesús en el mundo de hoy no es fácil. Tampoco para Él fue fácil fue abordar el camino de la cruz».
Finalmente, el cardenal invitó a los fieles a no tener temor de expresar públicamente la fe en Cristo Resucitado. «No tengamos miedo, el miedo paraliza, el miedo cierra el camino, sintamos la audacia de que Jesús está con nosotros. No tengamos miedo de aquellos que gritan hoy en día, `¡crucifíquenlo!´. La fuerza de la resurrección vence el pecado, vence a la muerte y también el grito de aquellos que quieren eliminar a Jesús de su vida y de la vida social», concluyó.
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