Asunción (Lunes, 31-08-2009, Gaudium Press) La Secretaría General de la Conferencia Episcopal Paraguaya emitió un comunicado condenando la violencia y el crimen, ante un nuevo caso de secuestro y asesinato de un joven en Ciudad del Este, Alto Paraná. El texto afirma lo siguiente:
La sociedad paraguaya se ve sacudida por la inseguridad, la violencia y el crimen. El secuestro extorsivo y asesinato del joven Juan Ortíz llena de dolor e indignación no sólo a sus padres, familiares y seres queridos, sino también a la ciudadanía toda. Los hechos de robos y asaltos forman parte, lamentablemente, de la cotidianidad de nuestro país. Son frecuentes también los crímenes violentos, que no siempre se aclaran y quedan a la sombra de las sospechas y de la impunidad.
El Estado tiene la obligación de proteger la vida y los bienes de las personas, en el marco del estricto respeto a la dignidad humana y a las garantías que confieren la Constitución y las leyes. Se impone una revisión estructural de los órganos pertinentes del Estado para el fiel cumplimiento de su rol. Los organismos de seguridad deben dar seguridad. Esa es tarea del Estado.
Dios quiere que todos sus hijos «tengan vida y la tengan en abundancia», en Jesucristo (Jn. 10,10). La vida plena y digna de cada habitante del suelo paraguayo es una tarea que involucra a toda la ciudadanía, pero es responsabilidad fundamental de quienes tienen a su cargo la administración de las instituciones públicas.
Es necesaria una profunda conversión al Señor que lleve al cambio del corazón y de las actitudes que permitan una convivencia pacífica y armónica en la sociedad paraguaya. Reconoce aquello que les es debido en cuanto a su condición humana, cuando no se respeta su dignidad y cuando la convivencia no está orientada hacia el bien común (Compendio de la DSI, 494).
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