Marquette (Sábado, 02-04-2016, Gaudium Press) La Diócesis de Marquette, en el estado de Michigan de Estados Unidos, implementó un nuevo currículo en todas las escuelas católicas diocesanas para incluir los principios de la educación clásica y una decidida promoción de la identidad católica. «Estamos entusiastas sobre nuestros éxitos tempranos», comentó a Catholic Education Daily Mark Salisbury, superintendente de las escuelas católicas de la Diócesis.
Gráfico de promoción del Congreso sobre Educación Católica en el cual se expondrá el modelo educativo clásico que incluye la enseñanza del latín. Foto: Diócesis de Marquette. |
«Los profesores están felices con los resultados.Hemos mejorado nuestra capacidad de enseñar a nuestros estudiantes a escribir bien, los estudiantes están aprendiendo y memorizando más poesía», agregó Salisbury. La introducción de clases de latín «ha ayudado a los alumnos con la gramática del inglés, el vocabulario y las habilidades de pensamiento crítico». Un sondeo con más de 440 padres de familia indicó que un 76% de las familias están altamente satisfechas con el nuevo enfoque académico.
Un currículo inspirado en el Evangelio
El salto a un nuevo programa se debió al creciente malestar frente a los estándares seculares del llamado «núcleo común» de educación, así como la baja promoción de las virtudes en los alumnos bajo este esquema educativo. Durante un período de sede vacante en 2013, las escuelas católicas prepararon un proyecto de educación católica para aprobación del siguiente Obispo. Mons. John Doerfler al asumir la Sede «aprobó con entusiasmo y apoyó la dirección hacia un currículo católico de artes liberales y ordenó que se implementara en la Diócesis de Marquette».
Los principios que inspiraron el nuevo programa fueron los expuestos por Mons. John Michael Miller en su libro La Doctrina de la Santa Sede sobre las Escuelas Católicas. Según el prelado, las escuelas católicas deben aplicar cinco principios esenciales: «estar inspiradas en una visión sobrenatural», estar «cimentadas en la antropología cristiana», «animadas por la comunión y la comunidad», «imbuidas con la cosmovisión católica a través de currículo» y «sostenidas por el testimonio del Evangelio de los profesores y los directivos».
«La más grande felicidad que una persona puede obtener es la comunión con Jesucristo», inicia el documento que expone los lineamientos de las escuelas católicas. «Por tanto, el núcleo de nuestro currículo es la persona de Jesucristo». Mons. Doerfler estableció esta nueva directiva y explicó que las escuelas diocesanas dejaron el Núcleo Común de Estándares del Estado porque » no beneficia la misión, la identidad católica o la excelencia académica de nuestras escuelas».
Con información de Catholic Education Daily.
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