Alabama (Sábado, 02-04-2016, Gaudium Press) El Arzobispo de Filadelfia, Mons. Charles Chaput, presidió la Eucaristía de funeral de la Madre Angélica de la Anunciación, fundadora de la cadena televisiva católica EWTN y una notable figura de la Iglesia en Estados Unidos. La homilía fue predicada por el P. Joseph Mary Wolfe, sacerdote de los Misioneros Franciscanos de la Palabra Eterna, comunidad fundada por la religiosa.
El legado de la Madre Angélica es fruto de la obra de Jesucristo en su alma, indicó el P. Joseph Mary Wolfe. Foto: EWTN. |
Sobre el féretro de la Madre Angélica se depositó la Biblia que empleaba habitualmente la Madre Angélica abierta en el pasaje que la religiosa refería como su favorito, 2 Corintios 3, 18: «Nosotros, en cambio, con el rostro descubierto, reflejamos, como en un espejo, la gloria del Señor, y somos transfigurados a su propia imagen con un esplendor cada vez más glorioso, por la acción del Señor, que es Espíritu». Esta cita bíblica inspiraba la reiterada invitación de la religiosa a su audiencia: Todos podemos llegar a ser Santos.
El cuerpo de la Madre Angélica es depositado en su tumba. Foto: EWTN. |
Además del Arzobispo de Filadelfia, la Eucaristía fue concelebrada por el Nuncio Apostólico en Estados Unidos, Mons. Carlo María Viganó, el Obispo de Birmingham, Mons Robert J. Baker, el Obispo emérito de Birmingham, Mons. David Edward Foley y otros prelados y sacerdotes. En su homilía, el P. Wolfe indicó que la vida de la Madre Angélica no podría comprenderse «sin una referencia a Aquel a quien ella amó con la pasión de una esposa: Jesús, la Palabra Eterna que se volvió hombre y vivió entre nosotros».
«El secreto del legado de la Madre Angélica es que es el fruto del legado de Cristo sobre ella», explicó el sacerdote. «A Él le glorificamos eternamente porque ha llegado con su Misericordia a través de ella y de su trabajo». El predicador recordó varios sucesos de la vida de la religiosa, como la providencial curación en su juventud gracias a la intercesión de Santa Teresa de Lisieux, así como testimonios de quienes la conocieron como el Secretario personal de San Juan Pablo II, Cardenal Stanislaw Dziwisz. El prelado, actual Arzobispo de Cracovia, indicó que la Madre Angélica «era una mujer maravillosa dedicada a Jesús y a la Iglesia. Dedicó su vida al ministerio y convirtió a innumerables personas a la Iglesia. Ella dejó una marca indeleble en la Iglesia Católica y en todo el mundo».
Tras la Eucaristía, el cuerpo de la Madre Angélica fue trasladado en una procesión hacia la cripta. Sobre su tumba fue instalada una imagen del Divino Niño Jesús, una de las principales devociones de la religiosa.
Con información de ACI y National Catholic Register.
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