Bogotá (Miércoles, 06-04-2016, Gaudium Press) Reflexionando sobre el gran valor de la vida humana y el significado de la maternidad, el Secretario General de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), Mons. José Daniel Falla, presidió el pasado lunes 4 de abril -solemnidad de la Anunciación del Señor- la Misa de apertura de la campaña «Fecundar Vida», que anima desde hace cuatro años el Departamento de Promoción y Defensa de la Vida del organismo eclesial del país latinoamericano (Ver noticia anterior: Iglesia colombiana lanza en abril campana «Fecundar Vida»).
Durante la celebración Eucarística, que ocurrió en la Catedral Primada de Colombia con la presencia de más de 60 madres embarazadas, el prelado recordó el significado profundo de la solemnidad de la Anunciación, abordando dos aspectos: el don de cada vida humana, y la grandeza de la maternidad.
Mons. José Daniel Falla, Secretario de la Conferencia Episcopal de Colombia durante la Solemnidad de la Anunciaicón del Señor / Foto: CEC. |
«El primero de ellos, es el altísimo valor de la vida humana, de cada ser humano. Cuando contemplamos que Jesucristo al venir al mundo quiso tomar un cuerpo como el nuestro, nuestra propia naturaleza, entendemos la riqueza de nuestra existencia. Porque cuando Dios vino al mundo, como Él es todopoderoso, había podido utilizar cualquier medio (…) Jesucristo tomó la naturaleza humana, se hizo un ser humano como cada uno de nosotros para mostrarnos la grandeza de la vida humana (…) Nos ha creado por amor y a todos nos ha colocado su imagen y su semejanza en nuestra vida», señaló Mons. Falla.
Al respecto, agregó: «nunca llegaremos a imaginar lo grandiosa que es nuestra vida, porque cada uno hemos salido de las manos y del corazón de Dios, y cada uno de nosotros viene a este mundo, no sólo porque Dios lo ha querido, sino porque Dios tiene un propósito maravilloso para cada uno de nosotros».
En este sentido, el Secretario General del Episcopado Colombiano cuestionó: «¿Por qué nos duele a nosotros el aborto de cualquier criatura, o el asesinato ya sea en la eutanasia, o en la violencia?». Sobre lo cual respondió: «Porque es quitarle a un ser humano la oportunidad que tiene de cumplir la obra que Dios le ha encomendado. Ninguno de nosotros debería partir de este mundo sin tener la certeza de que hemos cumplido a nuestro Dios. Que hemos tomado en serio nuestra vida, y que le hemos respondido (…)».
Sobre el segundo aspecto, la grandeza de la maternidad, Mons. Falla dijo que Dios se fija en cada mujer, «para que en su vientre florezca la vida, para que en su vientre nazca esa nueva creatura que Dios ha soñado para enriquecer este mundo».
La campaña «Fecundar Vida» llegó ya a su cuarta versión / Foto: CEC. |
«Qué tan maravillosa es la maternidad que Dios mismo quiso tener una madre, Dios mismo quiso nacer en el vientre de una mujer (…) Y qué bien lo hizo María: acogió con amor ese Hijo que le fue entregado para su cuidado (…) Lo que María hizo es lo que está llamada cada mujer, a acoger la vida divina, protegerla de todo peligro, educarla para Dios», añadió.
El prelado también dio gracias a Dios por cada madre, «porque cada mujer que le dice sí al Señor, es una mujer que tiene un lugar muy especial en el corazón de Dios, porque ha entendido que la vida que lleva en sus entrañas es una vida que no le pertenece a sí misma, sino que le ha sido entregada por Dios para cuidarla, para defenderla, para protegerla».
Finalmente, aseguró que «a cada mujer Dios le promete que estará llena del Espíritu Santo para acompañarla, para darle todo lo necesario para que la vida que lleva en sus entrañas, y la vida que va a llevar después en sus brazos (…) pueda crecer como verdadero hijo de Dios».
Con información de la CEC.
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