Natal (Viernes, 08-04-2016, Gaudium Press) La Arquidiócesis de Natal celebra el próximo día 14 de abril los 80 años de vida del Arzobispo emérito de Natal, Mons. Matias Patrício de Macêdo.
En este día, el prelado celebra una Santa Misa de Acción de Gracias por el don de su vida, a las 19:00 horas, en la Catedral Metropolitana.
Ordenado sacerdote el 14 de julio de 1963 y consagrado obispo el 21 de octubre de 1990, estuvo al frente de la Arquidiócesis de Natal de 2003 a 2011. Hoy cree que el hecho de haber llegado a los 80 años «significa reconocer la bondad y la misericordia de Dios».
En entrevista concedida al site de la Arquidiócesis de Natal, Mons. Matias recordó que, «el salmista dice que la medida es setenta. Ochenta es de los más fuertes. Entonces, yo soy más fuerte por la gracia de Dios. Como el propio Jesús dice: ‘Sin mí, nada podéis hacer'».
El religioso explicó que tiempos atrás, cuando una persona cumplía 80 años, era considerado extraordinario, vistas las condiciones de la época. «Mi padre, por ejemplo, falleció antes de cumplir 80 años. Cumplir 80 años, también significa que yo sepa aplicar esos días todos, que Dios me concedió, en favor de los otros». «Como padre, tenemos condiciones de vivir en consonancia con la voluntad de Dios».
Al remitirse a su infancia, Mons. Matias dijo que tomó la decisión de ser sacerdote todavía cuando frecuentaba un colegio especializado en educación católica. En la época, el fundador de la escuela, Mons. Manoel Tavares, llegó a hacer uma invitación vocacional. Con todo, el joven la rechazó, pues no tenía idea de cómo era la dimensión de vivir en un seminario.
«Cierto día, él (Mons. Manoel Tavares) preguntó si yo quería ser padre, porque yo era un niño bien comportado y ayudaba en la misa. Pero, yo le dije que no, porque yo no tenía idea de cómo fuese ese tal seminario», contó.
A pesar de ello, Mons. Matias mantenía la curiosidad por la vida religiosa. Entonces, resolvió pedir a uno de sus amigos, también abordado por Mons. Manoel y que había aceptado la invitación, que le contase sobre cómo era el lugar.
«Mi colega Antônio Xavier también recibió la misma invitación y aceptó. Entonces, yo pedí que él, después, me contase cómo era el Seminario. El hecho es que la primera vez que vine a Natal fue para ingresar en el Seminario de San Pedro».
Además, otra de sus grandes alegrías fue su ordenación sacerdotal. «Como consecuencia, guardo, con alegría, las marcas de la vida del parroco. Y, claro, la vida como obispo, que fue una responsabilidad muy grande», agregó.
Su lema de vida escogido cuando fue nombrado obispo, «Que todos tengan vida», según él, se remite al hecho de siempre preocuparse con ser solidario con el otro. «Estar cerca del otro fue un esfuerzo que siempre hice. Cuando fui electo obispo, pedí a Dios para que yo no estuviese lejos del pueblo», reveló.
Al final de la entrevista, Mons. Matias Patrício de Macêdo aconsejó a los jóvenes seminaristas a llevar en serio el compromiso con Dios. «Es preciso llenarse de aquel que realmente puede fortalecernos, que es Jesucristo. Que ustedes puedan beber en esa Fuente, para enfrentar las tentaciones del mundo», concluyó. (LMI)
De la redacción de Gaudium Press, con informaciones de la Arquidiócesis de Natal
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