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Ciudad del Vaticano (Jueves, 14-04-2016, Gaudium Press) Hoy, los cristianos son llamados a imitar el coraje de los mártires en una cultura que es muchas veces hostil al Evangelio.
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| Martirio de San John Ogilvie |
Esas fueron palabras del Papa Francisco al recibir, ayer, en la Sala del Consistorio a los superiores y seminaristas del Pontificio Colegio Escocés, de Roma, cuando se conmemora el martirio de San John Ogilve. A este propósito el Papa Francisco comentó:
En marzo de 1615, San John Ogilvie fue torturado y muerto durante la persecución anticatólica movida en Escocia. Eso hace 400 años.
Él era un sacerdote jesuita escocés y fue acusado de traición, por ser fiel al Papa: celebraba Misas clandestinamente y, siempre a escondidas, consolaba a los católicos retenidos en las prisiones.
El Papa Francisco recuerda que, al año siguiente, otros 16 jóvenes escoceses más decidieron regresar a la Patria como sacerdotes para predicar el Evangelio, a pesar del peligro muy elevado.
«Aquella decisión nació de la sangre» del mártir jesuita.
«El martirio de San John Ogilvie, cuya condenación tenía la finalidad de silenciar la fe católica, representó al contrario un impulso para su promoción y para la defensa de la libertad de la Iglesia de permanecer en comunión con la Sede de Pedro».
El coraje de apenas 16 hombres que hace 400 años anunciaron el Evangelio con el riesgo de la vida, «produjo frutos» en Escocia:
«También nosotros vivimos en tiempos de martirio, y en una cultura muchas veces hostil al Evangelio. Exhortándoos a tener el mismo espíritu de dedicación que tuvieron vuestros predecesores. ¡Amad a Jesús por encima de todas las cosas!».
Y el Papa los invitó a imitar el celo de aquellos sacerdotes, para ser testigos de la misericordia de Dios, especialmente para los jóvenes, encontrándolos en su vida cotidiana y alcanzando a «aquellos que están más distantes de Cristo». (JSG)
(De la Redacción de Gaudium Press, con informaciones de la Radio Vaticano)
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