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Ciudad del Vaticano (Sábado, 16-04-2016, Gaudium Press) Una familia de Valladolid, España, viajó por segunda vez a la Santa Sede con un motivo muy especial. Después de haber viajado en 2012 para pedir la oración del Papa por su hija enferma de cáncer, visitaron al hoy Papa emérito Benedicto XVI para agradecer su oración en la etapa más difícil de su enfermedad. La pequeña Ana, que pudo saludar también al Papa Francisco, goza de muy buena salud.
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| Benedicto XVI recibe la visita de la pequeña Ana. Foto: Camino Católico. |
Después de intentar sin éxito los diversos tratamientos disponibles para curar a Ana de un cáncer diagnosticado en 2004, sus padres decidieron llevarla a Roma e intentar obtener una bendición del Papa Benedicto XVI, hoy Papa emérito. A la niña se le permitió ver al Papa durante una audiencia pública de los miércoles. «Tomaron a mi hija y la subieron a la altura de Benedicto. Él le hizo la señal de la cruz y le dio un besito en la frente», narró Juan Carlos, padre de la pequeña.
Al mes siguiente, la niña fue intervenida y sufrió un daño multiorgánico que casi le causa la muerte. La providencial presencia de una doctora fuera de su turno que fue la única que pudo determinar la causa del fallo permitió salvar su vida. Tras ese día la niña comenzó a responder a los tratamientos y recobró la salud rápidamente.
El pasado 13 de marzo, el final feliz de esta historia se ratificó con la emotiva visita de la familia española al Papa emérito en el monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano, relatada a ACI. «Benedicto estaba rezando el rosario. Nos dijeron que teníamos que esperar durante un momento hasta encontrarnos con él. Estábamos muy nerviosos y la espera se nos hizo eterna», indicó Juan Carlos. «En cuanto nos vio dijo en español: ‘¡la familia!’, y nosotros nos quedamos sorprendidos». El Pontífice conocía la historia de la familia y dedicó los minutos de la visita a preguntar a las niñas por sus estudios y a la familia por su origen. «Fue realmente encantador y él parecía que nos mostraba agradecimiento a nosotros por esa visita», indicó el padre de familia.
Finalmente, Ana, la protagonista de esta historia relató a ACI sus impresiones de haber visto al Papa emérito: «Cuando le vi, como es tan pequeñito y tan blanco, me pareció como un angelito al que le faltaban solo las alas. Luego le di un beso y después él me dio la mano. En ese momento no supe decir nada. Al tocarle me sentí protegida». El encuentro fue posible gracias al Papa Francisco a quien consiguieron saludar en la audiencia pública y a quien la pequeña dio dos besos, uno para él y otro para el Papa emérito por haber orado por ella.
Con información de ACI.
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