Ciudad del Vaticano (Jueves, 28-04-2016, Gaudium Press) El Papa Francisco presidirá una vigilia de oración dedicada a todos los que sufren, en cuerpo y espíritu.
La vigilia será realizada el próximo día 5 de mayo, jueves, a las 18:00 horas, en la Basílica de San Pedro. En la ocasión será expuesto para la veneración de los fieles el relicario de Nuestra Señora de las Lágrimas de Siracusa.
Este evento de la próxima semana se inserta en el contexto del Año Jubilar y quiere ser una señal visible de la misericordia del Padre que seca las lágrimas de una madre o de un padre que perdió un hijo, de un hijo que perdió un padre, de quien lucha contra una enfermedad, de quien perdió el empleo o no lo encuentra, de quien vive situaciones de discordia en la familia, de quien experimenta la soledad en la vejez, de quien sufrió una injusticia, de quien perdió el sentido de la propia vida o no consigue encontrarlo.
Sufrimientos que generan desconfianza y desesperación
Pequeños o grandes sufrimientos que cada uno trae dentro de sí son unidos por una «fatiga» de vivir y, muchas veces, por la falta de esperanza y confianza.
Consolar a los afligidos es una de las siete obras de misericordia espirituales y será el centro de este evento jubilar que es abierto a todos, pero, más especialmente, a aquellos que sienten más profundamente la necesidad de una palabra que trae apoyo, fuerza y consolación.
Nuestra Señora de las Lágrimas de Siracusa
El relicario de Nuestra Señora de las Lágrimas de Siracusa está ligado al fenómeno prodigioso que ocurrió entre el 29 de agosto y primero de septiembre de 1953, cuando una imagen del Corazón Inmaculado de María vertió lágrimas en la casa de la joven pareja Ângelo Iannuso y Antonina Giusto.
Este relicario contiene parte de las lágrimas que surgieron milagrosamente en aquella ocasión.
Y estas lágrimas de María son tenidas como señal del amor y de la participación de la Madre del Cielo en la vida de los hijos:
Es por eso que ellas estarán en la Basílica de San Pedro durante la vigilia, alentando, consolando, apoyando y guiando a todos los afligidos para que confíen en la Santa Madre de Dios sin reservas y con la confianza de hijos, precisamente en el mes a ella dedicado. (JSG)
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