Ciudad de México (Jueves, 03-09-2009, Gaudium Press) En 1980, 43 personas asistían al curso «Formación de Evangelizadores», impartido, entre otros, por el laico José H. Prado. Hoy, existen más de 2000 Escuelas en 60 países de los cinco continentes, que comparten la visión, metodología y programas de formación de la Escuela de Evangelización San Andrés, dirigida por el mismo Prado.
Inspirados en el dictamen evangélico «vayan por todo el mundo y proclamen la Buena Nueva a toda la creación», la Escuela de Evangelización San Andrés busca reclutar para el apostolado a muchos ‘Pedros’, llevados a la acción pastoral por otros tantos ‘Andreses’ (San Andrés, el primer discípulo de Cristo, fue quien presentó a su hermano Pedro a Jesús): «Llevamos el nombre del apóstol Andrés porque expresa nuestra misión: Llevar ‘Pedros’ a Jesús que sirvan, prediquen y amen al Señor Jesús más y mejor que nosotros mismos.»
En un periodo de tres años, solo en Nicaragua se formaron 26 mil evangelizadores.
«Y es que para los católicos evangelizar no es optativo, es imperativo, y si no evangelizamos, no podemos ser discípulos de Jesús. Ni siquiera podríamos llevar el glorioso nombre de católicos si no estamos evangelizando», declara José Prado.
El 30 de septiembre de 2005, con ocasión de los 25 años de su creación, la Escuela recibía un caluroso saludo de Benedicto XVI, que la animaba a «perseverar en el camino emprendido», al tiempo que la impulsaba a dedicarse de forma incansable a las labores de la Nueva Evangelización. La obra cuenta con aprobación de la Arquidiócesis de Guadalajara, y tramita su aprobación pontificia.
Su método y programa
La Escuela asume el principio aristotélico que afirma que «nada existe en el entendimiento que no haya pasado por los sentidos», y por ello expresa que en sus procesos de enseñanza y aprendizaje tiene el empeño de usar los sentidos al máximo, empleando «ambos hemisferios del cerebro», el que privilegia la lógica y el que potencia la capacidad sintética e intuitiva. Empleo asiduo de la simbología y representaciones culturales, hacen parte esencial de su método de enseñanza.
Asimismo, se asume el concepto del ‘aprendizaje significativo’ por el cual «el nuevo conocimiento se construye en la plataforma de los conocimientos ya adquiridos, y se fija mediante la aplicación a los intereses vitales.»
El programa de formación de la Escuela San Andrés está dividido en tres etapas. La primera, llamada ‘Vida Cristiana’, es una introducción a la práctica de la fe, con subtemas como Evangelización Fundamental, conocimiento de la Palabra de Dios, el Plan Universal de Salvación de Dios, la visión de la Persona de Jesús, un curso de Liderazgo Cristiano, y una panorámica de la Visión y Metodología propias de la Escuela.
La segunda etapa, titulada ‘Aprender a Evangelizar’, incluye la profundización en el anuncio cristiano en óptica paulina, un estudio de ‘Técnicas Fáciles’ para exponer la Palabra de Dios, una exposición de estrategias pedagógicas para una buena predicación, profundización en lo que se ha llamado ‘El secreto de Pablo’, estudio de la doctrina de la Iglesia sobre el Espíritu Santo, y dos cursos de Introducción a la Biblia y de Apologética.
La tercera etapa, ‘Formar evangelizadores’, profundiza en el ejemplo de la Virgen, continúa con la formación Bíblica de la anterior etapa, particularmente el Apocalipsis, e incluye también estudios de Eclesiología y Liturgia.
En el Congreso Eucarístico Internacional de Quebec, realizado en junio de 2008, José Prado pudo explicar la historia de la creación de la Escuela y parte del testimonio de su propia vida, suscitando el beneplácito de las numerosas personas allí presentes.
Con información del SIAME
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