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Fátima (Martes, 31-05-2016, Gaudium Press) La Virgen María siempre ha sido uno de los principales motores de la Familia Salesiana, es por eso que el mes de mayo, dedicado a Nuestra Señora, es un tiempo especial para crecer y profundizar en el conocimiento y la cercanía de la Madre de Dios.
Pensando en esto, y como una manera de conmemorar también a María Auxiliadora -Patrona de la familia fundada por San Juan Bosco-, el 21 y 22 de mayo tuvo lugar la 64º Peregrinación del Movimiento Juvenil Salesiano al Santuario de Fátima en Portugal.
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| La peregrinación reunió a cientos de jóvenes de diferentes realidades salesianas de Portugal / Foto: ANS. |
El evento, presidido por el Cardenal Oscar Rodríguez Maradiaga, SBD, comenzó con la entrada de los cientos de jóvenes salesianos por la Puerta Santa de la Basílica de la Santísima Trinidad, para obtener la gracia de la Indulgencia Plenaria otorgada por el Papa Francisco durante el Jubileo de la Misericordia. Ya al interior del templo, los jóvenes saludaron a la Virgen de Fátima con el rezo del Santo Rosario.
Tras un momento de oración y recogimiento, los peregrinos se dirigieron al Centro Pablo VI, que es el auditorio principal del santuario, donde aparecieron al espectáculo «Arte y Fe» con el tema «Ten Misericordia y muéstranos las formas de amar», y compartieron la experiencia de las obras de misericordia con las diferentes presencias salesianas de Portugal.
Al concluir el día, los jóvenes participaron de la procesión de Velas y se reunieron en la Capilla de la Resurrección del Señor para una Vigilia de Oración. La peregrinación culminó el Domingo 22 con la celebración Eucarística que presidió el Cardenal Rodríguez Maradiaga, quien les animó a vivir de una manera concreta el Año Santo de la Misericordia.
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| El Santo Rosario fue uno de los momentos más significativos de la peregriniación / Foto: Pastoral Juvenil Salesianos Portugal. |
Don Bosco, los salesianos y la devoción a María Auxiliadora
Desde sus orígenes la Familia Salesiana ha estado vinculada con la devoción a la Madre de Dios desde su advocación de «Auxilio de los Cristianos». El propio Don Bosco, al narrar uno de sus sueños ocurridos en 1860, cuenta que la Santísima Virgen se le presentó pidiéndole fuese hornada con el título de «Auxiliadora» y que se construyese en Turín un templo a ella dedicado, indicándole el lugar donde éste debía ser edificado (Ver: Un tesoro de gran valor espiritual bajo la Basílica de María Auxiliadora de Turín).
San Juan Bosco hace caso a Nuestra Señora y edifica una iglesia en su honor, hoy la Basílica de María Auxiliadora, que es casa de la Familia Salesiana en el mundo. El mismo santo italiano, al ver culminada toda la obra, con la que no se contaban con recursos económicos, expresó: «Cada ladrillo de este templo corresponde a un milagro de María Auxiliadora» (Ver: Una visita a la Basílica de María Auxiliadora en Turín).
El santo salesiano también se refiere a María Auxiliadora como una de las grandes columnas que sostienen a la Iglesia. Así le fue revelado en un sueño que narró en 1862: Don Bosco describe la lucha de la Iglesia en el mar del mundo que solo el anclaje de dos columnas: La Eucaristía y la Virgen Inmaculada y Auxiliadora, traerán la salvación.
Con información de ANS y donbosco.es.
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