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Santiago (Viernes, 03-06-2016, Gaudium Press) Con gran alegría, el Arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, bendijo el pasado martes las nuevas oficinas de la radioemisora católica Radio María, destacando el gran esfuerzo del equipo colaborador por llevar la Buena Nueva de Dios a todos los rincones de Chile.
Durante la ceremonia de inauguración, el prelado manifestó su enorme alegría «de poder bendecir en nombre del Señor estos lugares y de testimoniar junto con ustedes que siempre los milagros son posibles cuando ponemos nuestra fragilidad en las manos de Dios para que él haga una obra nueva».
Y agregó: «Muchas gracias a todos los que colaboran, porque hacen un milagro en la vida de nuestra ciudad y país, la calidad de vida de nuestros hermanos, está llamada a crecer y a transformarse en una fuerza de bien para el país».
En la celebración estuvo presente como invitado especial Francisco Palacios, Director Internacional de Radio María. «Quiero traer el saludo de esta gran familia del mundo, estamos presentes en más de 75 países, más de 12 idiomas. Son 20 años de esfuerzo, de generosidad y de caminar con constancia», dijo en la oportunidad.
Respecto a su testimonio de fe en su trabajo, comentó a los asistentes que: «Esta es mi quinta visita y veo no sólo cómo va creciendo por las instalaciones, sino también por el grupo humano, por la audiencia, este deseo de crecer ésta hambre de Dios es lo que llevo para compartir con las otras radios marías».
En este mismo sentido Patricio Canto, presidente del directorio de Radio María destacó: «Queremos agradecer a Dios por contar con estos estudios nuevos que son tan importantes para nuestra misión de evangelizar y llevar la palabra de nuestro Señor Jesucristo a todos los chilenos».
Además recalcó el objetivo de la radio: «Nuestro desafío es convertirnos en un lugar privilegiado de encuentro en la oración, la evangelización y el fortalecimiento de la familia con entretención acompañando a los más desvalidos, llegando a los lugares que no cuentan con sacerdotes o la iglesia. Somos una parroquia al aire».
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