Río de Janeiro (Martes, 14-06-2016, Gaudium Press) Ayer, la ciudad de Río de Janeiro celebra la memoria de San Antonio. A lo largo de esos últimos días, diversas comunidades arquidiocesanas tuvieron la oportunidad de realizar festejos y novenas en honra a uno de los Doctores de la Iglesia Católica.
La Parroquia San Antonio de Padua y Nuestra Señora de la Buena Vista, situada en Cachambi, festejó el día dedicado al Patrono con una extensa programación plena de actividades religiosas.
En la iglesia matriz, conocida principalmente por estar en lo alto de una colina, hubo la distribución de panes de San Antonio, seguida de kermesse. Las santas misas ocurrieron en los horarios de las 6:00, 8:00, 10:00 y 11:00 horas. Más tarde, se realizaron celebraciones a las 12:00, 15:00 – de Cura y Liberación -, 17:00, 18:00, 19:00 y 20:00 horas. La última ceremonia fue presidida por el obispo emérito Mons. Assis Lopes.
En el período de la mañana, a las 5:30 horas, ocurrió la Alborada. Después, los fieles partieron en procesión con la imagen del patrono por la escalinata de la parroquia.
El párroco de la Parroquia San Antonio de Padua y Nuestra Señora de la Buena Vista, Padre Aldo de Souto Santos, afirmó que a lo largo de las festividades, la comunidad recibe devotos hasta de Estados fuera de la región sudeste del país, como los de Bahía.
Desde 2011 como párroco, el sacerdote contó que hay una búsqueda grande de los fieles por la historia de vida del santo, y generalmente, diversas mujeres piden la intercesión de él para poder tener hijos. Además, las parejas aprovechan la ocasión para agradecer y pedir gracias para sus familias. «Muchos milagros han ocurrido a través de esa devoción que las personas tienen al patrono», dijo.
La Parroquia San Antonio de Padua y Nuestra Señora de la Buena Vista posee 112 años de existencia y 33 años oficialmente como parroquia.
La elección del santo como patrono del templo se debe a la existencia de muchos fieles italianos y portugueses en la época cuando fue creada.
«Para mí, como sacerdote, ejercer el ministerio sacerdotal en esta comunidad fue y es una gran alegría. De modo especial por tener a San Antonio como patrono. Él, que fue ese gran misionero, principalmente un misionero de la Palabra. Por ese motivo, y también por haberse vuelto a los más pobres, carentes, me siento aún más feliz por estar aquí, e intento, dentro de mis limitaciones, imitar los pasos de ese gran santo», resaltó el párroco. (LMI)
De la redacción de Gaudium Press, con informaciones de la Arquidiócesis de Río de Janeiro
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