México (Martes, 14-06-2016, Gaudium Press) El Cardenal Norberto Rivera Carrera, Arzobispo de Ciudad de México, destacó la vital importancia de la Eucaristía y la Adoración en la vida de la Iglesia, aclarado que esta práctica, en lugar de desconectar a los fieles de la realidad terrena, les permite tener el valor de llevar la presencia de Dios a todos los ambientes. Su homilía, pronunciada el pasado 11 de junio fue predicada en el II Congreso Eucarístico de la Arquidiócesis de México.
Foto: Arquidiócesis de México. |
«Se equivoca quien pudiera pensar que por adorar a Jesús Eucaristía, el cristiano se desconecta de las realidades terrenas y se queda en una especie de limbo», predicó el Arzobispo, según reportó la agencia ACI. «La Iglesia y todos los creyentes encontramos en la Eucaristía la fuerza indispensable para anunciar y testimoniar el Evangelio de la salvación».
El purpurado señaló que la celebración de la Eucaristía es «un acontecimiento misionero, que introduce en el mundo el germen fecundo de la vida nueva» y propuso el ejemplo de la Santísima Virgen María, quien «alimentó su espiritualidad de la contemplación del Señor Jesús», para invitar a los fieles a practicar la Adoración Eucarística.
El Card. Rivera indicó que la Eucaristía muestra el camino a todos los creyentes en todos los estados de vida, guiando a los creyentes a la auténtica felicidad. Esta realidad es patente incluso en las épocas más difíciles de la historia, cuando «hemos tenido que enfrentarnos a nuestras debilidades y errores o incluso a ataques injustificados» y el Sacramento «nos ha animado y levantado para no darnos por vencidos y ser creativos y audaces en el esfuerzo diario de anunciar el Evangelio y de construir su Reino, ayudando a los más necesitados».
El Arzobispo recordó que el compromiso misionero y social de los creyentes emana de la «contemplación y comunión del Cuerpo y de la Sangre del Señor» y animó a los presentes a fortalecer «nuestra espiritualidad eucarística y misionera a través de la formación y la oración», favorecer «la vinculación de las diversas acciones pastorales» y salir «al encuentro de las familias, de las nuevas generaciones y de las periferias existenciales».
Con información de ACI.
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