Ciudad del Vaticano (Miércoles, 15-06-2016, Gaudium Press) En la homilía realizada durante la Santa Misa que presidió ayer martes, en la Casa Santa Marta, el Santo Padre recomendó que se rece por aquellos que «nos quieren mal»: con esa oración somos «más hijos del Padre», afirmó.
Foto: L’Osservatore Romano |
Las palabras del Papa fueron inspiradas por el trecho del Evangelio de San Mateo, propuesto por la liturgia de ayer. Francisco recordó que Jesús inició su predicación, con sus adversarios colocándolo en el ostracismo, cuando se vivía un período en que la «explicación de la Ley» estaba «en crisis».
Para el Papa Francisco las explicaciones que los Doctores de la Ley ofrecían a los judíos de la época eran demasiado teóricas y muy dirigidas a la casuística: «En el centro estaban los casos», dijo Francisco.
Pero, Jesús «retoma el verdadero sentido de la Ley para llevarla a su plenitud», recuerda el Pontífice.
Continuando con sus reflexiones, el Papa habló de la perfección y también de la osadía de Jesús indicadas en el texto de Mateo que fue ofrecido por la liturgia:
«Amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen».
Ya al final de sus palabras, el Santo Padre afirmó que esta oración, donde se pide por los adversarios, es poderosa, visto que ella tiene la intención de buscar el bien de los enemigos y, por eso, nos torna más próximos del Señor, más semejantes a Él, más hijos del Padre.
Para encerrar su reflexión, Francisco hizo una observación que sonó como una recomendación:
«Que el Señor nos dé la gracia, apenas esta: rezar por nuestros enemigos; rezar por aquellos que nos desean mal, que no nos quieren bien; rezar por aquellos que nos hieren, que nos persiguen. Y cada uno de nosotros sabe el nombre y el apellido: rezar por esto… Os garantizo que esta oración va hacer dos cosas: él va mejorar, porque la oración es poderosa, y nosotros seremos más hijos del Padre». (JSG)
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