Inicia Quincena por la Libertad en EEUU: "Estamos aquí para honrar a los mártires"

Baltimore (Jueves, 23-06-2016, Gaudium Press) Con una solemne Eucaristía en la Basílica de Nuestra Señora de la Asunción en Baltimore, presidida por Mons. William Lori, Presidente del Comité Ad Hoc para la Libertad Religiosa de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, comenzó la Quincena por la Libertad en el país norteamericano. En su predicación, Mons. Lori indicó que el objeto de la celebración no era debatir los derechos constitucionales o volver a presentar los argumentos de la Iglesia en favor de la Libertad religiosa: «Estamos aquí para honrar a los mártires, para celebrar la libertad de dar testimonio, comenzando con Jesucristo, el ‘testigo fiel’ del amor del Padre», expresó.

Mons. William Lori, Presidente del Comité Ad Hoc para la Libertad Religiosa de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos. Foto: A Call to Holiness.

Comenzando por el propio testimonio de Cristo, quien «como Palabra Encarnada, proclamó la Buena Nueva» y confirmó su misión ante los hombres aun a costa de su propia vida, el prelado destacó la libertad del testimonio que la Iglesia debe dar ante el mundo. «Este es el Cristo que se paró delante de Pilatos: a la vez manso e invencible», describió el Arzobispo. «Ninguna decisión que Pilatos pudiera emitir podría desviarlo de su misión. El César no podría tocar las cosas de Dios».

A imitación de su Maestro, los Apóstoles dieron su vida por el Evangelio y los creyentes fueron perseguidos a pesar de vivir vidas de profunda caridad. «Todos esos mártires enfrentaron un juicio injusto, pero respondieron con la verdad y con respeto a sus acusadores. Todos ellos reprodujeron en su propia carne la muerte sacrificial de Cristo, el máximo testimonio del amor de entrega del Padre», indicó Mons. Lori, quien asoció a este testimonio a Santo Tomás Moro y San John Fisher, mártires bajo el rey Enrique VIII de Inglaterra por no aceptar la supuesta soberanía espiritual del monarca sobre la Iglesia local y cuyas reliquias fueron veneradas en la ceremonia.

Auténticamente libres

Estos dos Santos, a quienes se encomienda especialmente cada año la Quincena por la Libertad en Estados Unidos, se suman a la «nube de testigos» que han dado su vida en todos los siglos. Mons. Lori recordó a los «mártires del siglo XXI en Irak, Siria y partes de África, aquellos asesinados por su de a plena vista de nosotros sin que nadie haga rendir cuentas a sus perseguidores» y advirtió que la naturaleza de las leyes, fallos judiciales y políticas recientes en Estados Unidos hacen temer por el futuro de la Libertad Religiosa.

Como ejemplo de esta realidad, el prelado mencionó el llamado mandato antinatalista de la HHS, que obliga a los empleadores a financiar servicios de salud contrarios a la moral de la Iglesia y que ofrece a las instituciones católicas una «acomodación» engañosa. «Todo lo que uno tiene que hacer es firmar un papel, se nos dice, y todo estará bien», denunció el Arzobispo quien afirmó que la maniobra «convierte los planes de salud religiosos en el vehículo para la entrega de fármacos que inducen el aborto, esterilización y anticonceptivos» y agradeció a las Hermanitas de los Pobres por su ejemplar lucha legal en contra de la norma.

Mons. Lori pidió «orar decididamente por quienes son perseguidos en el extranjero y por la preservación de la libertad religiosa en casa», así como pedir a las autoridades esfuerzos para frenar la persecución religiosa en el mundo y ayudar a las víctimas de la discriminación injusta. «pero al final, si queremos ser catalizadores de paz y justicia en nuestra tierra, todos nosotros, cualquiera que sea nuestra vocación, debemos ponernos de pie ante el mundo como testigos de la libertad: de la libertad soberana de Cristo ante Pilatos, de la excelente libertad de los profetas, los Apóstoles y los primeros mártires cristianos, y la gentil libertad de Santo Tomás Moro y San John Fisher», concluyó. «Acerquémonos al futuro como Jesús lo haría, con compasión de corazón, amabilidad, humildad, gentileza y paciencia. Si lo hacemos, no importa qué suceda, ¡seremos auténticamente libres!».

Con información de Arquidiócesis de Baltimore.