Ciudad del Vaticano, (Jueves, 23-06-2016, Gaudium Press) Cuando se cumplen 65 años de la ordenación sacerdotal de Benedicto XVI, en prefacio de libro dedicado a su predecesor, Francisco rinde admirativo homenaje al Papa Emérito:
«Todavía antes de ser un grandísimo teólogo y maestro de la fe, se ve que es un hombre que cree verdaderamente, que reza verdaderamente; se ve que es un hombre que personifica la santidad, un hombre de paz, un hombre de Dios», señala.
Francisco presenta al Papa emérito como un ejemplo de la «Teología de rodillas», que valoriza la oración como «factor decisivo» en la vida de quien se consagra a Dios.
El texto del Prefacio escrito por el Papa fue divulgado por la Radio Vaticana.
Benedicto XVI en el Palacio Apostólico
El día 28 de este mes Benedicto XVI irá al palacio apostólico del Vaticano para una ceremonia de homenaje en sus 65 años de sacerdocio, informó la Fundación Joseph Ratzinger, que además agregó que la iniciativa tendrá la presencia del Papa Francisco y ocurrirá en la Sala Clementina, donde el Papa emérito recibirá el libro a él dedicado que trae el título: ‘Enseñar y aprender el amor de Dios’.
Francisco escribe que un sacerdote debe «encarnar la presencia de Cristo» entre las personas y presentar la «Iglesia de Cristo».
Luminoso Sacerdocio
El texto elogia el «luminoso» sacerdocio de Joseph Ratzinger, Benedicto XVI, en particular los tres años que se siguieron a su renuncia al pontificado (11 de febrero de 2013), dedicados a la oración y la meditación:
«Es tal vez y sobre todo desde el Monasterio ‘Mater Ecclesiae’, adonde se retiró, que Benedicto XVI continúa testimoniando de modo todavía más luminoso el ‘factor decisivo’, ese núcleo íntimo del ministerio sacerdotal que los diáconos, los sacerdotes y los obispos no deben olvidar nunca: que el servicio más importante no es la gestión de los ‘asuntos corrientes’, sino rezar por los otros, sin cesar, alma y cuerpo, exactamente como lo hace hoy el Papa Emérito».
Esencia del actuar sacerdotal
En Benedicto XVI es posible ver «la esencia del actuar sacerdotal», afirma Francisco que, para concluir, afirma: «Sin la ligación con Dios, somos como satélites que perdieron su órbita y se precipitan en loca corrida al vacío, no solo disgregándose a sí mismos sino también amenazando a los otros», afirma el Santo Padre, citando al propio homenajeado para concluir. (JSG)
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