Han Dan – China (Lunes, 27-06-2016, Gaudium Press) En la diócesis de Han Dan, en China, los niños deficientes, abandonados por sus padres y los huérfanos acogidos en el Instituto Don Bosco de Da Ming, festejaron el «Día de los Padres» con los sacerdotes que los acogieron y cuidan de ellos y que ellos ahora consideran, como sus padres.
Después de la Misa dominical del 19 de junio, los niños se reunieron alrededor del sacerdote que celebró la misa para festejarlo.
Quien se ocupa de la asistencia espiritual de las hermanas que administran el Instituto y de los niños abrigados son los sacerdotes de la comunidad del seminario diocesano del Sagrado Corazón, siempre disponibles a responder a las exigencias de esos niños, al punto de tornarse para ellos casi sus padres, afectuosos y pacientes.
Los menores, por tanto, quisieron festejarlos en el Día de los Padres y mandaron flores a los otros sacerdotes que no estaban presentes y que, rotativamente, se ocupan de ellos.
El Instituto Don Bosco de Da Ming nació en 1984, cuando la Hermana Wu Yong Bo, de la Congregación de la Madre de Dios, entonces con 80 años, acogió una niña con deficiencia dejada delante de la puerta de la iglesia.
A partir de aquel momento, la monja anciana decidió cuidar de ese tipo de niño, a pesar de la estructura muy modesta de la que disponía.
En octubre de 1994, el Instituto Don Bosco fue abierto oficialmente en un edificio adecuado a las exigencias.
Desde entonces, cerca de 300 menores con deficiencias, abandonados y huérfanos encontraron allí una acogimiento amoroso.
Muchos de ellos pudieron frecuentar una universidad o fueron adoptados por familias escogidas y acompañadas por las monjas.
Para recaudar los fondos necesarios para el funcionamiento del Instituto, las hermanas también participaron de la maratón anual de Pekín. Gracias a ellas, a los sacerdotes y a la generosidad de tantos fieles laicos, el Instituto hoy ofrece también cursos profesionalizantes para deficientes adultos, de habilitación profesional para los que sufren de parálisis cerebral, además de organizar encuentros para mejorar la formación y la vida social de esos niños. (JSG)
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