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Río de Janeiro (Viernes, 30-06-2016, Gaudium Press) El 29 de junio, en la Solemnidad de San Pedro y San Pablo, la Arquidiócesis de Río de Janeiro celebró la ceremonia en homenaje a esos apóstoles columnas de la Iglesia.
El Arzobispo de Río de Janeiro, Cardenal Orani João Tempesta, presidió la Misa solemne en homenaje al patrono, en la Iglesia de San Pedro, en Río Comprido, que contó con la presencia de centenas de fieles.
Durante la misa el Cardenal Tempesta recordó que «celebramos, hoy, en la Iglesia de San Pedro la fiesta de San Pedro y San Pablo», y que «aunque por la liturgia se celebre esta fiesta el próximo domingo, hoy nos reunimos para agradecer a Dios por el ejemplo que esos apóstoles son para nosotros y rezamos por el Santo Padre, el Papa Francisco, y por sus intenciones».
«También rezamos, en este día, por todos los padres de nuestra arquidiócesis y por las intenciones que ellos traen en sus corazones, para que, en unidad, realicen bien su misión y sean como San Pedro y San Pablo: firmes en la roca y grandes anunciadores del Evangelio». Y de modo especial, prosiguió, «rezamos por todos los sacerdotes que hoy celebran aniversario de ordenación, en especial, Mons. Rafael Llano Cifuentes, que conmemora 26 años de ordenación episcopal. En esta eucaristía recibimos también la bendición apostólica y la indulgencia plenaria».
Cuando reflexionó la dimensión universal de la festividad litúrgica y la relevancia arquidiocesana de la Hermandad de San Pedro, Mons. Orani recordó que esa es una celebración tradicional, que está marcada por dos aspectos muy importantes. Además de ser una ceremonia universal, una vez que toda la Iglesia se reúne para celebrar el día de San Pedro y San Pablo, es también importante, a nivel arquidiocesano, pues celebra la labor de la Hermandad de San Pedro con los sacerdotes que están en la Arquidiócesis de Río de Janeiro, además de ser también una gran promotora vocacional.
Para el Cardenal, la iglesia de San Pedro, que es sede de la Hermandad, todavía más en esa ocasión, se torna un espacio «de convergencia, en el cual la Hermandad no solo realiza sus reuniones, acoge los sacerdotes y seminaristas, sino que también contribuye y facilita la formación de los futuros sacerdotes de la Arquidiócesis».
El purpurado invitó también a pedir la intercesión de San Pedro y San Pablo, para en proclamar, cada vez más, la Fe en Jesucristo, dar nuestro testimonio y contribuir con el anuncio del Evangelio. La celebración fue considerada el punto central de los festejos realizados en honor a San Pedro, en la Iglesia de la Venerable Hermandad del Príncipe de los Apóstoles. (LMI)
De la redacción de Gaudium Press, con informaciones de la Arquidiócesis de Río de Janeiro
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