Bagdad – Irak (Jueves, 14-07-2016, Gaudium Press) El Obispo caldeo Mons. Basel Salim Yaldo, que acompañará a los jóvenes iraquíes durante la Jornada Mundial de la Juventud – 2016, a ser realizada en Cracovia, Polonia, afirmó que la Jornada «será un momento importante para todos nosotros, para ser confirmados en la fe y la comunión con toda la Iglesia de Cristo».
Mons. Basel, juntamente con el Arzobispo Bashar Warda, de la Arquidiócesis caldea de Irbil y diez jóvenes sacerdotes más y siete monjas, acompañará a los más de 200 jóvenes cristianos iraquíes que, de todas las diócesis del país, participarán de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), programada para Cracovia y con inicio en este fin de julio.
Los peregrinos de Irak pertenecen, en gran parte, a las diócesis de Bagdad, Kirkuk e Irbil. Entre ellos están también algunos jóvenes que viven como refugiados en la capital de la región autónoma de Kurdistán iraquí. Ellos fueron obligados a abandonar con sus familias las villas en que vivían en la Planicie de Nínive.
Los jóvenes iraquíes se prepararon para la JMJ de Cracovia con algunos encuentros comunitarios y, el 19 de julio, antes de partir para Polonia, vivirán juntos una jornada de oración, cantos y celebraciones sacramentales marcados por el Jubileo de la Misericordia.
En Cracovia, en el contexto de la Jornada, durante la Vía-Sacra a ser rezada, algunos de los jóvenes iraquíes podrán rezar delante del Papa Francisco el Padre Nuestro en arameo, la lengua que Jesús usaba.
Mons. Basel Yaldo comentando el hecho recuerda que «celebrando aquella práctica (de la Vía Sacra), con la cual la Iglesia revive la Pasión de Cristo, miraremos también a los sufrimientos de nuestro país a la luz de los sufrimientos de Jesús». En aquellos días, recordó el prelado, los jóvenes y las jóvenes iraquíes hablarán de sus propias experiencias con los jóvenes provenientes de todas las partes del mundo.
Encuentro Nacional
Mons. Basel informó que, regresando de la JMJ-2016, será realizado un encuentro nacional en Irak, cuando los jóvenes participantes de la Jornada de Polonia tendrán oportunidad de hacer un relato de sus experiencias en el ámbito del encuentro mundial, vividas por los jóvenes entre sí y con el Papa.
«Así, podremos todos comprobar que se puede vivir la esperanza cristiana y la comunión alegre con toda la Iglesia, inclusive en las condiciones difíciles en que vivimos actualmente. Así, nos daremos cuenta de que no es preciso huir, emigrar y que es bello poder vivir el don de la alegría cristiana en los lugares donde nacemos y donde encontramos a Jesús, oyendo el anuncio del Evangelio». (JSG)
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