Obispos de Este de África expresan solidaridad con pueblo Sudán del Sur en medio de la violencia

Addis Ababa, Etiopía (Sábado, 16-07-2016, Gaudium Press) El Cardenal Berhaneyesus Souraphiel, Arzobispo de Addis Ababa, Etiopía, y Presidente de la Asociación de Miembros de las Conferencias Episcopales en el Este de África (AMECEA), envió un mensaje al pueblo de Sudán del Sur tras los graves hechos de violencia del pasado 07 de julio en la ciudad capital de Juba. En su mensaje, los Obispos pidieron tener fortaleza para resistir los impulsos de odio que según fuentes eclesiásticas podrían llevar al país a un genocidio (ver noticia anterior).

Cardenal Berhaneyesus Souraphiel, Presidente de la Asociación de Miembros de las Conferencias Episcopales en el Este de África. Foto: AMECEA.

«En espíritu de solidaridad, nosotros, los Obispos católicos en la región de AMECEA condenamos todos los actos de violencia sin excepción», expresaron los prelados. «Para todas las personas de buena voluntad, imploramos la fuerza de resistir al odio que nos ciega a nuestra humanidad común». Los Obispos recordaron que cada persona está hecha a imagen y semejanza de Dios y que por este hecho tiene una dignidad que no puede ser desconocida. «Por tanto, tenemos que buscar preservar la vida a través de todos los medios», expusieron.

Los Obispos anunciaron su apoyo a «todas las voces que han llamado a la calma y al final de los enfrentamientos» y pidieron a los soldados y civiles abstenerse de «todas las acciones que puedan encender y escalar la situación». De igual manera, solicitaron a los creyentes orar para obtener el consuelo de todos cuantos han sido afectados en la violencia y para que los involucrados puedan ver «el diálogo pacífico como único camino viable para finalizar el conflicto».

Desde el día 11 de julio se mantiene un alto al fuego en el país, aunque se registran enfrentamientos aún en la parte norte del mismo. El enfrentamiento entre los combatientes del presidente Salva Kiir y el vicepresidente Riek Machar corresponden también a la rivalidad entre los más grandes grupos étnicos del país, los Dinka y los Dinka. Se especula que los líderes políticos no tienen un control real sobre las tropas y se teme que el conflicto étnico pueda desencadenar una oleada de violencia de grandes proporciones.

Con información de AMECEA.