Zakopane (Lunes, 18-07-2016, Gaudium Press) Un Santuario edificado en las tierras altas de Zakopane, Polonia, fue destacado por el servicio informativo de la JMJ Cracovia 2016, Pope2016.com, por su estrecha relación con un portentoso capítulo de la historia de la Iglesia: La maternal intervención de la Santísima Virgen María para evitar el asesinato del Papa San Juan Pablo II en 1981. El templo, dedicado a Nuestra Señora de Fátima, fue creado como acción de gracias de los devotos de Polonia por la supervivencia del Pontífice.
Exterior del Santuario de Nuestra Señora de Fátima en Zakopane, Polonia. Foto: Santuario de Zakopane. |
«Este Santuario fue vinculado con el Papa polaco desde el inicio, y fue construido en agradecimiento porque su vida fuera salvada, explicó el P. Grzegorz Suchodolski. «Es uno de los cuatro templos en Polonia que el Papa consagró en persona». Las labores de edificación se realizaron por los devotos locales, entre quienes se encontraban artesanos y artistas que dieron vida a un templo de madera y metal que recuerda la arquitectura de los chalets para permitir el deslizamiento de la nieve sobre los tejados.
Foto: Santuario de Zakopane. |
El templo conserva dos reliquias importantes: una de San Carlos Borromeo, considerado por el Papa como su Patrono, y una del propio San Juan Pablo II. Además de la reliquia, el Santuario custodia casi 400 objetos relacionados con el Pontífice como vestiduras y un libro de oraciones, así como equipo de alpinismo, los cuales aún no se han exhibido públicamente.
El Santuario es uno de los principales centros de devoción a Nuestra Señora de Fátima en Polonia, con el valor agregado de estar ligado a la figura del Pontífice, quien expresó su deseo de que éste fuese un «Santuario Mariano Papal», pidiendo el rezo constante del Santo Rosario por su salud y su fuerza para continuar su apostolado. En el templo se practican las devociones recomendadas por la Santísima Virgen en Portugal: el Santo Rosario, la Adoración Eucarística, el espíritu de penitencia y la devoción de los Primero Sábados.
La figura de San Juan Pablo II está muy relacionada con la extensión de la devoción a la Virgen de Fátima, no sólo por la clara alusión del Santo Padre a su intervención como una mano misteriosa que desvió la bala, sino por los tres viajes apostólicos del Pontífice a Fátima, la beatificación de los videntes Jacinta y Francisco, y los Actos de Consagración al Inmaculado Corazón de María en 1982, 1984 y 1991.
Con información de Pope2016 y Santuario de Zakopane.
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