Ciudad de México (Lunes, 18-07-2016, Gaudium Press) Portando sus sotanelas y con una sonrisa que iluminaba sus rostros, cientos de monaguillos de la Arquidiócesis de México peregrinaron este lunes 18 de julio a la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe.
La romería, organizada por la Comisión de Promoción Vocacional Sacerdotal Arquidiocesana, comenzó a las 9:30 de la mañana partiendo de la escalera del Cerro del Tepeyac, de donde se partió en procesión para recorrer el interior de la Villa de Guadalupe.
El epicentro de la jornada ha sido la celebración Eucarística frente a la imagen de la Guadalupana que presidió Mons. Antonio Ortega, Ortega, Obispo Auxiliar de la IV Vicaria de la Arquidiócesis mexicana. La celebración Eucarística fue ocasión para dar gracias a Dios por la labor que realizan los monaguillos en servicio a la Arquidiócesis.
La peregrinación de los monaguillos es un evento anual organizado por la Comisión de Promoción Vocacional Sacerdotal Arquidiocesana / Fotos: monaguillos.com.mx. |
Asimismo, fue oportunidad para agradecer a Dios por la culminación del curso escolar de los monaguillos, la mayoría de ellos estudiantes. «Los niños ofrecerán a Jesús, por intersección de la Virgen María de Guadalupe, los trabajos del año escolar que termina, y pedirán su protección para el siguiente año. Desean hacerse acompañar de María en este encuentro con Jesús, y así descubrir el llamado de Dios a la vocación que cada uno vaya a recibir», comentó José Íñigo Aguilar Medina, Coordinador Arquidiocesano de los Grupos de Monaguillos, al anunciar la Peregrinación.
Durante la romería, los pequeños oraron con el Santo Rosario para recordar la presencia maternal de María, como se recordó en el folleto de la peregrinación que fue entregado a los acólitos: «Monaguillos, subir al cerrito del Tepeyac nos recuerda aquella característica del Santo Rosario que es una escalera para subir al cielo. Cada vez que subimos un escalón nos acercamos un poco más a Jesús, Divino Hijo, quien junto con su Madre, la Virgen María, nos espera de pie, justo cuando ella esperó a San Juan Diego para su encuentro y así decirnos: ‘Hijito mío, el más pequeño, yo soy la perfecta siempre Virgen María, madre del verdadero Dios por quien se vive, el creador de las personas, yo en verdad soy tu Madre compasiva, tuya y de todos los hombres de la tierra'».
La peregrinación, organizada todos los años, es una de las iniciativas que anima la Comisión de Promoción Vocacional Sacerdotal Arquidiocesana para promover la participación de los niños y de los jóvenes en el servicio a la Iglesia.
La Comisión tiene como tarea impulsar y acompañar los grupos de monaguillos y los jóvenes que hacen parte de equipos de apostolado, particularmente las Escuelas de Pastoral, los Movimientos de Renovación en el Espíritu Santo y los animadores de grupos de acólitos.
Con información de SIAME y monaguillos.com.mx.
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