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Madrid (Jueves, 28-07-2016, Gaudium Press) El Arzobispo Castrense de España, Mons. Juan Del Río, recordó con motivo de los 25 años de servicio de la asistencia religiosa actual en las Fuerzas Armadas Españolas, el cual es tan antiguo como el ejército mismo, que este ministerio «no es un invento del pasado, sino que es un derecho del militar creyente en todos los países democráticos». El prelado expuso que «lo mismo que (el militar) es atendido por psicólogos o médicos, también tiene derecho a ser atendido en el campo espiritual».
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| Los miembros de las fuerzas del orden tienen derechoa profesar y vviir su fe. Foto: Arzobispado Castrense de España. |
El Arzobispo explicó a Alfa y Omega la diferencia entre los cuerpos eclesiásticos anteriores y el actual Servicio de Asistencia Religiosa a las Fuerzas Armadas: «Los sacerdotes de antaño dependían de los ejércitos donde se encontraban. Hace 25 años un real decreto estipuló que la asistencia religiosa fuera común a los tres ejércitos – Tierra, Armada y Aire – y la Guardia Civil». El hecho de que la pastoral sea unificada permite a los sacerdotes cambiar el cuerpo al cual sirven, algo que no era posible anteriormente.
Mons. Del Río exaltó la figura del capellán castrense como «el primer servidor de España, porque atiende a los que sirven a nuestro país» y destacó la disposición de los capellanes a ser enviados a los lugares donde sea necesario, de llevar a cabo una pastoral muy directa y personal y cuya sensibilidad permite sostener no sólo individualmente sino a la comunidad de militares. «El sacerdote es una vela encendida que sabes que siempre está esperándote para alumbrarte en o que necesites», describió a Alfa y Omega el Capitán José Ramón Rapallo.
El Arzobispo comentó que la labor de los capellanes ha sido de gran utilidad en un contexto de secularismo, ya que las condiciones propias de la vida militar motivan reflexiones profundas en personas que no han tenido formación religiosa en sus hogares y escuelas. «Nosotros tocamos a los náufragos de la Iglesia, porque la secularización también ha entrado en el mundo castrense», expuso. Para los jóvenes que sirven en el ejército pero que no han tenido contacto con parroquias o escuelas católicas, «si no se encontraran con el capellán no conocerían a Jesucristo», concluyó. «Hace dos días bauticé a dos marinos en la Academia y la semana anterior a dos soldados del Ejército de Tierra. Los valores castrenses están íntimamente ligados a los valores evangélicos».
Con información de Alfa y Omega.
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