Río de Janeiro (Lunes, 08-08-2016, Gaudium Press) En el Mes Vocacional, la Arquidiócesis de Río de Janeiro celebra e incentiva los llamados a los ministerios ordenados. En medio a este contexto, el Cardenal Arzobispo, Orani João Tempesta, presidió, en la mañana de este jueves 4 de agosto, la Santa Misa en memoria de San Juan María Vianney, el Cura d’Ars.
En la ocasión, la ceremonia fue concelebrada por los obispos auxiliares y sacerdotes arquidiocesanos, en la Iglesia de San Pedro, en Río Comprido.
Finalizada la Misa, el Cardenal Tempesta prosiguió con la bendición de la Piedra Fundamental de la nueva capilla de la Casa del Padre.
«Nosotros iniciamos el mes de agosto, el mes vocacional, teniendo esa oportunidad de agradecer a Dios por la vocación sacerdotal.
Celebrando el Día del Padre en esta tradicional Eucaristía alabamos al Señor por todos los dones que Él concede a todos los sacerdotes de nuestra arquidiócesis, a todos los que aquí trabajan y llevan adelante esa bella e importante misión de evangelización, catequesis y testimonio de Cristo resucitado. Nuestro agradecimiento a Dios por la vida de cada uno pidiendo al Padre que continúe confirmando la caminata, el trabajo y la misión de todos en medio de todas las situaciones del mundo de hoy», dijo el Cardenal.
El purpurado desea que todos los presbíteros de la Arquidiócesis de Río de Janeiro, juntamente con los fieles de todas las regiones, recen por los demás del clero, «para que permanezcan firmes y perseverantes en la santidad y también por nuevas vocaciones para que podamos tener sacerdotes santos en nuestra arquidiócesis».
Además, el Arzobispo colocó como intención especial de la Santa Misa la vida y el ministerio de Mons. Paulo Cezar Costa, que agradeció a Dios por los cinco años de trabajo pastoral en su oficio de obispo auxiliar arquidiocesano. En este sábado, día 6 de agosto, el religioso iniciará su ministerio como obispo diocesano de San Carlos, en San Pablo.
«Alabamos y agradecemos a Dios por todo el trabajo que Mons. Paulo realizó con mucha dedicación y empeño, asumiendo de cuerpo y alma todas las situaciones existentes en nuestra arquidiócesis. Rezamos por su pastoreo y trabajo en su diócesis, que ahora va asumir como servidor primero, pidiendo a Dios para que él pueda llevar adelante todos los sueños como pastor de un pueblo que Dios lo coloca para servir», resaltó Mons. Orani.
Por último, al dirigirse a los presbíteros, el Cardenal resaltó la alegría de visitar las parroquias y comunidades de la Arquidiócesis de Río, así como el reconocimiento por el empeño de cada sacerdote en su misión.
Mons. Orani también recordó el desafío de los sacerdotes en los tiempos actuales, de ser presencias en el mundo secularizado, estando siempre abiertos y disponibles al diálogo con la sociedad para así, anunciar a Jesucristo y la esperanza que viene de Dios. (LMI)
De la redacción de Gaudium Press, con informaciones de la Arquidiócesis de Río de Janeiro
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