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Redacción (Martes, 9-08-2016, Gaudium Press) Quienes participaron y vieron la Vigilia de Oración de la Jornada Mundial de la Juventud que se celebró en Cuatro Vientos Madrid en el 2011, muy bien recordarán la monumental custodia de Arfe de la Catedral de Toledo. En aquella ocasión ni el fuerte viento, ni la lluvia opacó la belleza inmensa de una de las obras maestras más importantes de la orfebrería española que portó al Santísimo Sacramento para el momento de Adoración Eucarística que presidió Benedicto XVI.
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| Benedicto XVI ora frente a la Custodia de Arfe durante la Vigilia de Oración de la JMJ Madrid 2011 / Foto: Madrid11. |
Esta preciosa obra de arte religioso pasó recientemente por un especial proceso de restauración que realizó un equipo de expertos, quienes tuvieron que seguir en detalle las instrucciones que dejó escritas un orfebre del siglo XVI. Una labor que requirió gran cuidado ya que la monumental pieza posee un conjunto de frágiles elementos, muchos de ellos pequeños; y los años no llegan solos.
A cargo de esta minuciosa labor ha estado el taller de arte Granda, quienes soldaron con mucho cuidado las piezas fracturadas, repusieron los tornillos y tuercas desgastadas, reforzaron el alma de madera que se había desgastado y le devolvieron el gran brillo a la monumental custodia. La más reciente restauración había tenido lugar en 1981.
Los trabajos de restauración comenzaron en octubre de 2015 y concluyeron el pasado mes de mayo.
Máximo exponente de la orfebrería española
La Custodia es conocida popularmente en España porque se utiliza en la procesión de Corpus Christi de la Arquidiócesis de Toledo. Con casi 3 metros de alto y 370 kilos de peso, la pieza de Arfe es considerada el máximo exponente de la orfebrería española, ya que se realizó con minuciosos detalles que la hacen especialmente única entre las custodias presentes en el territorio español.
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| La Custodia durante la procesión del Corpus Christi en Toledo / Foto: Custodios de San Pedro. |
Los orígenes de las custodias eucarísticas -consideradas como obras de arte orfebre- datan del siglo XIII cuando se instauró la fiesta que conmemora el Cuerpo y la Sangre de Cristo, pero se hacen monumentales en las catedrales y en las procesiones Eucarísticas a finales del siglo XIV y principio del XV.
Según la historia, Enrique de Arfe, el orfebre alemán que realizó la obra, tardó nueve años en terminarla. Recibió primero el encargo de efectuar las custodias de las catedrales de Córdoba y León, pero la de Toledo es su gran obra maestra.
Tanto es su valor que el ostensorio, ubicado en la parte central de la misma, perteneció a una custodia que había sido adquirida por Isabel la Católica. En ella se pueden observar elementos del estilo gótico, como pilares, columnas y arcos arbotantes, en los que su autor se inspiró.
Mientras no procesiona por las calles de Toledo durante la festividad de Corpus Christi, la custodia permanece en la Sala de Tesoros de la Catedral, donde puede ser apreciada por peregrinos y turistas.
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Con información de Rome Reports y Archidiócesis de Toledo.
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