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Ciudad del Vaticano (Martes, 16-08-2016, Gaudium Press) La Penitenciaría Apostólica, uno de los Dicasterios menos conocidos de la Santa Sede pero cuyo discreto trabajo es de gran importancia para la Iglesia al estar dedicado al examen de los casos de conciencia más complejos y la administración de las indulgencias, publicó un diccionario para comprender mejor sus principales áreas de trabajo. Bajo el título de «Pecado, Misericordia, Reconciliación: Un Diccionario Teológico – Pastoral», el texto ofrece sugerencias prácticas para los presbíteros basadas en los principios teológicos, y constituye una ayuda para la celebración apropiada del Sacramento de la Penitencia.
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«La fidelidad de Dios es inmutable, infinita y continúa existiendo y produciendo frutos a pesar de la infidelidad de las creaturas», señaló el Papa Francisco en la presentación redactada para el libro. El Pontífice destacó «la contribución de académicos acostumbrados a la práctica pastoral» y las iniciativas del Dicasterio para que «las maravillas de la Misericordia de Dios no pasen desapercibidas».
El Penitenciario Apostólico, Cardenal Mauro Piacenza, afirmó que el texto busca ayudar a sacerdotes y fieles a «descubrir la belleza y eficacia» del Sacramento de la Penitencia. La primera palabra del diccionario, disponible inicialmente en italiano, es «accoglienza», la necesidad de dar una cálida bienvenida a los penitentes que acuden a la Confesión. El último término es «viaticum», la Eucaristía que se administra a las personas en peligro de muerte.
La entrada referida a los divorciados en una nueva unión señala la doctrina de la Iglesia que enseña que se requiere un proceso de nulidad para establecer si la primera unión no fue celebrada de forma válida y que una persona que vive en una situación que objetivamente corresponde a pecado no puede recibir los sacramentos.
El texto también provee instrucciones para los sacerdotes que encuentran penitentes cuya absolución está reservada a la Santa Sede. Estos delitos que tienen pena de excomunión automática incluyen la profanación de la Eucaristía, la violación del secreto de Confesión, un ataque físico contra el Pontífice, la consagración de un obispo sin mandato papal, entre otros. Los confesores deben redactar una carta dirigida a la Penitenciaría Apostólica detallando el caso y empleando un nombre ficticio para proteger al penitente y el sigilo sacramental. El Dicasterio responde en las 24 horas siguientes, si bien la llegada de la respuesta está supeditada al tiempo del servicio de correos. «El recurso a este tribunal es absolutamente gratis, y no se aceptan donaciones voluntarias», aclara el documento.
Con información de The Catholic Register.
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