Rouen (Miércoles, 17-08-2016, Gaudium Press) El Arzobispo de Rouen, Francia, Mons. Dominique Lebrun, podría buscar la pronta beatificación del sacerdote Jacques Hamel, asesinado mientras celebraba la Eucaristía el pasado 26 de julio. Para el prelado, las condiciones de la muerte concuerdan con las que la Iglesia determina para casos de martirio y podría omitirse el tiempo de espera de cinco años desde el fallecimiento que usualmente se aplica en las causas de beatificación.
Mons. Dominique Lebrun, Arzobispo de Rouen, Francia. Foto: Laurent Ghirardotti. |
En una entrevista reproducida en el informativo La Croix, Mons. Lebrun recordó que «para los mártires, su fidelidad a la fe en el momento de la muerte toma el lugar e los milagros» que se exigen para las demás causas de beatificación. «La muerte del P. Hamel es el máximo testimonio de su fe en Jesús».
El prelado comparó el caso del P. Hamel con el del Beato Jerzy Popieluszko, martirizado por el régimen comunista en Polonia en 1984 y beatificado por benedicto XVI en 2010. «Es otra ideología la que mató al Padre Jacques Hamel, pero es la misma fe cristiana que se vislumbra. En realidad hay dos preguntas. ¿Es un mártir? Creo que sí. ¿Se reconocerá su martirio? no sé todavía».
Mons. Lebrun explicó que antes de lograr el reconocimiento oficial, la Iglesia determina si existe fama de santidad entre los fieles. El prelado indicó que muchos testimonios refieren la bondad del sacerdote si bien reconocen algunas fallas, las cuales no necesariamente frustrarían un proceso ya que un santo no es un hombre que nunca haya pecado, sino quien «pone su fe en el Señor Jesús y pone en práctica sus enseñanzas, especialmente el mandamiento del amor».
El Obispo local, en este caso el Arzobispo de Rouen, es quien debe dar comienzo a las investigaciones sobre las virtudes y fama de santidad de los creyentes. El hecho de que Mons. Lebrun pueda dar inicio al proceso antes de los cinco años requeridos usualmente no necesariamente significa que la Congregación para las Causas de los Santos llegue a aplicar el mismo criterio, por lo cual la decisión sobre agilizar o no el proceso continúa en manos de la Santa Sede.
Con información de Catholic Culture y La Croix.
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