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Belén – Pará (Martes, 23-08-2016, Gaudium Press) El XVII Congreso Eucarístico Nacional de Brasil concluyó este domingo, 21 de agosto. Con todo, los participantes recibieron un saludo y una bendición especiales del Papa Francisco, a través de un mensaje transmitido por el Cardenal Cláudio Hummes, su enviado para el evento.
En medio a los festejos por el cuarto centenario de fundación de la ciudad y del inicio de la evangelización en la Amazonía, el Santo Padre pidió al Cardenal Hummes que comunicase a todos, el amor del Pontífice por los Pastores de la Amazonía y de todo el Brasil, así como por todas las comunidades eclesiales.
«Confirmando la fe del pueblo, tratando de la catequesis, recordando la práctica de la oración y del ejercicio de la caridad en la vida cotidiana, será dado especial énfasis a la iglesia doméstica, que es la familia, en el seno de la cual nacen y son educadas las futuras generaciones de cristianos y misioneros», escribió el Pontífice.
El Papa continuó el mensaje diciendo que, «mientras los fieles, numerosos, reciben los sacramentos de la Reconciliación y la Eucaristía y reconocen al Señor en la fracción del pan (cf. Lc 24, 31), lo adoren con piedad y lo conduzcan en procesión en la unión de los hermanos en el único Cuerpo Místico de Cristo, que es la Iglesia, estaremos presentes también nosotros y nos alegraremos sobremanera, y deseamos ya exhortar a la caridad a los que más de ella carecen: ‘del amor mutuo y, en particular, de la solicitud por quien pasa necesidad, seremos reconocidos como verdaderos discípulos de Cristo’ (San Juan Pablo II, Mane Nobiscum, Domine, 28)».
«Llevando ya en cuenta, con gratitud y admiración, los maduros frutos de la fe y el apostolado, oriundos del anuncio del Evangelio con el auxilio de la gracia divina, invocamos humildemente el Espíritu Santo para que se digne también en nuestro tiempo impulsar a la continuación de la obra de evangelización, con fervor, muchos sacerdotes, religiosos hombres y mujeres y fieles laicos, por la intercesión de la Santísima Virgen María de Nazaret y de todos los santos, especialmente de aquellos que, en Brasil, anunciaron la fe en Cristo por la vida y el trabajo».
Francisco encerró su mensaje concediendo su Bendición Apostólica a todos los que estuvieron presentes o unidos al evento por los medios de comunicación. (LMI)
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