Sacramento (Martes, 23-08-2016, Gaudium Press) Un proyecto de ley que pretendía cerrar un «vacío legal» que permite a las universidades de inspiración religiosa mantener su libertad en temas de convivencia y conducta fue frenado providencialmente en medio de condiciones políticas que parecían garantizarle una aprobación inmediata. El hecho fue calificado como milagroso debido a su baja probabilidad y la oración que respaldaba los intentos de frenar la iniciativa.
Thomas Aquinas College en Santa Paula, California. Foto: Duncan Stroik. |
«Yo creo que es un milagro, en realidad», comentó a The National Catholic Register el presidente del National Center for Law and Policy, Dean Broyles. Aunque la legislación aprobada aún incluye aspectos problemáticos, «comparado con lo que la ley descartó, fue una vasta mejoría». De hecho el Thomas Aquinas College de Santa Paula, California, organizó una campaña de oración durante tres días para implorar a San Miguel Arcángel su intercesión en favor de la libertad religiosa de la institución.
La norma que buscaba aprobarse planteaba sanciones en la forma de vetos a la financiación estatal a las instituciones educativas que no cumplieran con estatutos contra la discriminación que no son compatibles con las normas de convivencia de las instituciones católicas tales como los dormitorios separados para hombres y mujeres o la excepción de esta norma para los matrimonios. Sin embargo, la aprobación de esta forma de castigo vulneraría a numerosos estudiantes de comunidades minoritarias como los latinos o los afroamericanos que dependen de estos aportes para acceder a la educación superior.
Esta argumentación fue presentada a los legisladores, demostrando que más de 100 mil estudiantes asisten a centros educativos superiores de inspiración religiosa y que un 25 por ciento de ellos provienen de familias de bajos recursos y pertenecen a comunidades minoritarias. Forzar a los estudiantes a acudir al sistema público limitaría la libertad de sus opciones educativas y acarrearía al estado un costo adicional de aproximadamente 118 millones de dólares.
La labor de la Iglesia también fue de gran relevancia para la victoria legal. El Arzobispo de Los Ángeles, Mons. José Gómez, quien pastorea una de las comunidades con mayor presencia de latinos, redactó un artículo sobre el tema y advirtió junto a otros líderes religiosos sobre la importancia de preservar la libertad de las universidades en materia religiosa. Finalmente, la presión de las comunidades a los legisladores restó apoyo a los aspectos más controversiales de la norma y ofreció un nuevo respiro a los centros educativos.
Con información de National Catholic Register.
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